Todo aquel que tenga coche sabrá que cualquier pequeño roce, abolladura o rotura de alguna pieza diminuta va a doler mucho en el bolsillo. Si cambiar un retrovisor puede ascender a los 300 euros, no es de buen gusto ni imaginarse cuánto debe costar la reparación de una avería más importante.
Para no llevarnos estos sustos muy a menudo, siempre es recomendable ser cuidadosos al volante, mantener un correcto mantenimiento y seguir las revisiones indicadas de los profesionales del motor. Sin embargo, aun teniendo todo controlado, pueden surgir imprevistos, roturas o desgastes en algunas partes esenciales de nuestro vehículo. Si mientras estamos conduciendo nos percatamos de que una nube de humo está saliendo de nuestro tubo de escape, puede que sea el momento de llevarlo al taller y que nos expliquen cuál puede ser la solución más fácil y, si es posible, la menos costosa.
Para que antes de darte ningún susto innecesario cuando veas el humo y puedas saber más o menos qué le pasa a tu coche, aquí te dejamos alguna indicación del tipo de avería puede tener tu turismo y, a su vez, identificar el daño según el color de la humareda.
Colores del humo del tubo de escape y sus averías
Lo esencial es saber que si tu coche está en buenas condiciones, el humo que saldrá del tubo será incoloro. En cambio, si ves que no es así, lo primero de lo que debes percatarte es del color, de la densidad y del tiempo que tarda en disiparse la nube que ha salido de tu vehículo.
- Humo blanco. Muchas de las veces que sale humo blanco es inodoro, ligero y dura poco tiempo en el aire. Si esto te suele ocurrir al arrancar el coche en temporada de bajas temperaturas o de alto porcentaje de humedad, no tienes de qué preocuparte. Este humo simplemente es una respuesta del motor por el efecto de la condensación del vapor de agua.
Por otro lado, si el humo es denso y no para de salir del tubo de escape mientras el vehículo está en circulación, puede que haya agua entrando al sistema de combustión, en otras palabras, puede que haya una fuga en la junta de la culata, según los profesionales de Euromaster. Una avería de este tipo no es agradable para nadie ya que puede ascender hasta los 4.000 euros.
- Humo azul. No suele ser el color más habitual, pero puede suceder que el humo de tu coche salga con un color azulado. El problema principal suele ser que se está quemando aceite y, a su vez, se está produciendo una fuga interna en el sistema de lubricación. El hecho de que el vehículo se quede sin aceite es muy preocupante ya que puede llevar a la completa rotura del motor.
Otra de las causas puede ser que las válvulas, las camisas de los cilindros o los segmentos del pistón no den más de sí o que no se dé un buen funcionamiento del turbo.
- Humo negro o grisáceo. Aunque la gente se suele preocupar en mayor medida cuando sale humo de este color, hay que tener en cuenta el tipo de combustible que utilices para saber qué puede estar ocurriendo.
En los coches de gasolina, como mucha gente sabe, esta humareda significa la excesiva quema de combustible o también, un problema en el sistema de alimentación debido al fallo de los inyectores. Si se cambian los mismos, este pequeño desastre puede ascender a los 1.000 euros.
Los coches que funcionen con combustible tipo diésel, el humo negro o grisáceo se debe en la mayoría de ocasiones a una simple acumulación de hollín en el sistema de escape. Lo que recomiendan los expertos de Euromaster en este caso es conducir a marchas menores durante un rato para producir una subida en las revoluciones y que el propio coche suelte la carbonilla restante.
Ojalá fuera sólo esto en los coches diésel, pero se pueden dar de igual manera problemas más graves que afecten a los inyectores, a la electrónica…
Estos suelen ser los principales problemas, los más generales, a la hora de que tu coche empiece a expulsar un humo raro y no deseado, pero siempre es más recomendable acudir lo antes posible a un taller mecánico para que te den un análisis exhaustivo de qué problema está teniendo tu coche.