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Mercedes-Benz EQ: caravana de emociones

Salir a la carretera a disfrutar, abandonar la ciudad para rodar por puro placer, hacer de la conducción y el viaje un fin en sí mismo, en silencio, sin contaminar, y con todo el confort, la seguridad y la tecnología imaginables. Es la magia eléctrica de los Mercedes EQ, toda una caravana de emociones.

La gama EQ de Mercedes demostró las tradicionales cualidades de la marca, asociadas ahora al silencio de marcha, la eficiencia y el respeto medioambiental de la propulsión eléctrica.

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En la mayoría de las ocasiones los periodistas, también los de motor, les contamos lo que pasa por nuestras cabezas, lo que nos transmiten las marcas u otros interlocutores, así como lo que exponen sesudos e interminables dosieres de prensa sobre nuevos productos o estrategias empresariales; pero muy pocas veces podemos conocer, compartir y trasladar a estas páginas lo que opinan, consideran, entienden, preocupa y ocupa a los conductores, a los clientes de las marcas, a los propios usuarios. Es algo parecido a lo que en política sucedía hace siglos, y puede que hoy también en muchos lugares, con el Despotismo Ilustrado: todo era para el pueblo, por el pueblo, pero sin el pueblo.

Es lo que ocurre en la generalidad de los casos, pero también hay excepciones, honrosas y destacables excepciones. Y una de esas excepciones tuvo lugar el pasado 20 de diciembre. Con motivo de la caravana de vehículos eléctricos organizada por el concesionario de Mercedes-Benz en Navarra, Gazpi, y aprovechando que este redactor-colaborador en Diario de Noticias y operario de cadena en Montaje de VW Navarra tenía día libre, el que suscribe pudo asistir a una intensa, interesante e ilustrativa jornada de pruebas y confraternización con usuarios de la firma de la estrella y profesionales de ésta, además de con expertos en la elaboración y comercialización de vinos. Porque no sólo se trataba de conducir y experimentar a los mandos de la gama eléctrica (EQ) de Mercedes-Benz, sino también de visitar, conocer y aprender sobre el vino en una tierra que lo lleva dentro, Rioja Alavesa.

Mercedes-Benz afianza su apuesta por la propulsión eléctrica con una gama líder en turismos, SUV, furgonetas, monovolúmenes y hasta todoterreno

Tras las preceptivas presentaciones y saludos en el concesionario, la veintena de participantes en el evento nos pusimos a los mandos de la gama de eléctricos disponibles para la cita. Mercedes-Benz EQA, EQB, EQE en berlina y SUV y EQS también en berlina y SUV serían nuestros automóviles por un día. Un servidor, que además tuvo la suerte de poder escoger el primero, se decantó por el compacto SUV EQA -otro día con más tiempo y espacio les contaré mis impresiones-, mientras algunas caras de sorpresa se adivinaban en mis compañeros de viaje por haber elegido al pequeño de la casa y no alguno de los modelos más lujosos y poderosos disponibles. Les confieso que lo hice porque tenía especial interés en el eléctrico más vendido de Mercedes y también, para qué les voy a engañar, porque cuando se rueda en grupo nunca se pueden aprovechar las enormes prestaciones de los EQE y EQS, y menos en un día frío y lluvioso de invierno.

De la experiencia enológica en Villa Lucía y Viña Salceda, dos espacios que les recomiendo vivamente, sólo puedo decirles que estoy completamente agradecido. Acercarse a ellos de la mano de sabios profesionales permite adentrarnos en el mundo del vino, un territorio rico, complejo y lleno de matices, en el que aprender y saber diferenciar irán de la mano de disfrutar del vino y, por ende, de la vida. Un lujazo de experiencia, a la altura de los vehículos que conducíamos ese día.

Tras el visionado de la premiada película en 4D ‘En tierra de sueños’ en Villa Lucía y la cata en Viña Salceda llegó el momento de una exquisita comida al más puro estilo tradicional, de nuevo en Villa Lucía. El tono distendido y el deseo de participar fueron la nota predominante en una jornada de verdadera confraternización. Allí se expresó todo el mundo, abierta y sinceramente, desde quienes por sus necesidades de movilidad o planteamiento se mantienen al margen de los modelos eléctricos -Mercedes tiene el buen criterio de permitir poder elegir entre automóviles de combustión, híbridos enchufables y 100% eléctricos, así como de que sus comerciales analicen las necesidades de movilidad para buscar el sistema de propulsión más aconsejable-, a quienes se confiesan unos acérrimos defensores de los eléctricos puros.

La eficiencia, el silencio de marcha, el respeto medioambiental y la economía de uso se suman a las contrastadas cualidades de Mercedes

Estos últimos, sin negar que todavía desearían incrementar un poco más la autonomía de sus vehículos y que queda por avanzar en materia de puntos de recarga y gestión del cobro de la energía, destacaron muchos aspectos positivos de sus automóviles eléctricos. La economía de consumo -el gasto es mínimo respecto a los modelos de combustión-, los menores costes de mantenimiento, la fabulosa aceleración de los eléctricos y sus prestaciones más que notables en la gama Mercedes se alían con un diseño exterior e interior de ensueño, una calidad de terminación excelente y un equipamiento tan amplio, completo y sofisticado como uno quiera. La posibilidad de escoger entre distintos segmentos (turismos, SUV, furgonetas, monovolúmenes y ahora hasta todoterreno como el G 580), la tecnología de vanguardia de Mercedes-Benz, su sobresaliente aerodinámica, el placer de conducción y la comodidad fueron otros aspectos destacados. Y es que el confort, esa sensación de estar descansado después de haber completado un largo recorrido, es algo muy de Mercedes y habla del cuidado puesto en el diseño y fabricación de sus automóviles, lo que a su vez redunda en un mayor nivel de seguridad, ya que nos mantiene en óptimas condiciones para conducir y también después del viaje, fruto de ese manejo libre de estrés, equilibrado, cómodo y placentero.

De vuelta a casa, y antes de las preceptivas despedidas después de una jornada tan agradable como enriquecedora, no podía dejar de pensar en lo afortunados que somos: vivimos en una tierra que nos da de todo y de gran calidad -lo de los vinos es ya como para quitarse el sombrero-, y la tecnología nos garantiza un nivel de vida y comodidad en otro tiempo impensables. Saber apreciarlo y valorarlo es aprender a ser feliz. Eso y también dar las gracias por todo ello.