Lo de Dacia es un caso para el estudio. Y es que a veces se nos olvida que la gente quiere y desea los coches, pero también porque los necesita, porque son herramientas de transporte de personas y enseres de un lugar a otro, todos los días del año y en cualquier momento. Me gusta este planteamiento, el de la movilidad pura, en sí mima. Cuando era pequeño, a principios de los años setenta del pasado siglo, vivía en un pequeño pueblo a las afueras de Pamplona, a apenas cinco kilómetros, con un entonces muy mejorable transporte público -el de hoy es muchísimo mejor-, y rodeado de numerosos usuarios que se desplazaban en ciclomotores, scooters (Vespas y Lambrettas) y pequeños utilitarios, con algunos afortunados conduciendo Renault 12, Seat 124/1430 y algún que otro gran turismo, tipo Peugeot 404. Aquellas gentes valoraban poseer un coche porque aportaba un plus de seguridad respecto a las dos ruedas, además de un avance en comodidad enorme porque estabas a cubierto de los rigores del invierno dentro de un habitáculo estanco.

Hoy nos hemos convertido en unos auténticos señoritos, aburguesados y exigentes sin límite, desconocedores de ese proverbio anglosajón de que “cuando tienes bastante, ya es suficiente”. Y Dacia lo supo entender, fue capaz de ver que con lo necesario se tenía suficiente, que un automóvil podía resultar satisfactorio contando con lo esencial. Y acertó, tanto que se convirtió en un referente en ventas. Luego siguió creciendo y consolidándose, y ha acabado brillando con luz propia, con una identidad particular y lanzando nuevos modelos que no hacían sino evolucionar este acertado planteamiento.

Dacia lanza al mercado un SUV de 4,57 metros con maletero de hasta 667 litros, motores ECO de gasolina, GLP e híbridos y hasta tracción a las cuatro ruedas

Ahora, la firma integrada en el Grupo Renault nos propone un vehículo de mayor tamaño (4,570 metros de largura, 1,812 de anchura, 1,662 de altura, con 2,702 metros de distancia entre ejes y maleteros entre 546 y 667 litros de capacidad), de hecho lo denomina Bigster, y que constituye su tope de gama en la oferta SUV. La marca lo presenta haciendo referencia a su precio, desde 24.590 euros, aludiendo a que “es fiel a los valores de la casa ofreciendo la mejor relación valor/precio del segmento C-SUV”, y a la confianza que tiene depositada en su calidad, respaldada por una garantía de hasta siete años o 150.000 kilómetros con la oferta Dacia Zen.

El Bigster, según indica Dacia, “integra todos los elementos esenciales que los clientes del segmento C-SUV esperan en términos de equipamiento, haciendo hincapié en el confort y la practicidad, con un amplio abanico de dotaciones disponibles en función del nivel de acabado”. El Bigster llegará al mercado esta primavera, aunque ya es posible realizar los pedidos y solicitar la correspondiente prueba dinámica en los concesionarios.

Está a la venta en cuatro terminaciones: Essential, Expression y, en lo alto de la gama, dos acabados con contenidos diferenciados y complementarios a precios equipavalentes para la misma motorización, el Extreme, destinado a los amantes de las actividades al aire libre (con techo panorámico, barras de techo modulares, tapicería TEP lavable, alfombrillas de caucho y YouClip 3 de serie), así como el Journey, que se dirige a los que priorizan los viajes de larga distancia y el estilo, aquí con portón trasero de apertura eléctrica, un ambiente interior más exclusivo y asiento del conductor con ajustes eléctricos de serie. El nuevo color azul índigo se estrena en exclusiva en el nuevo Bigster al igual que la carrocería bitono, con techo negro opcional para los Extreme y Journey.

El Nuevo Dacia Bigster se ofrece desde 24.590 euros y apuesta por los valores de la marca, pero en un formato notablemente mayor

La oferta mecánica, toda electrificada y con la etiqueta ECO de la DGT, está integrada por cuatro propuestas, algunas inéditas. El TCe 140 (desde 24.590 euros) es un gasolina de baja hibridación (48V), que asiste al motor en las fases de arranque y aceleración, provisto de un bloque de tres cilindros y 1,2 litros, con 140 CV, tracción delantera, caja manual de seis marchas, 180 km/h de velocidad punta, 9,8 segundos de 0 a 100 km/h y 5,4 litros de consumo medio. La segunda variante, la 140 Eco-G (desde 24.590 euros), cuenta con este mismo grupo motriz, pero adaptado tanto al uso de gasolina como de GLP (gas licuado del petróleo). Asimismo, esta misma base mecánica es la empleada para la versión de tracción a las cuatro ruedas, denominada TCe 130 4X4 (desde 27.790 euros), disponible desde el acabado Expression, y encaminada a un uso también fuera de carretera. Cuenta con 130 CV, 205 Nm de par máximo, 180 km/h de velocidad y un gasto promediado de 6,0 litros a los 100 kilómetros. Incorpora cinco modos de conducción (Auto, Snow, Mud/Sand, Off-road y Eco) y en la terminación Extreme (29.790 euros) puede añadir control de la velocidad en descensos. Por último, el Dacia Bigster es el primer modelo del Grupo Renault que emplea el motor Hybrid 155, asociado a una transmisión automática y a partir del acabado Expression (desde 29.290 euros). Incluye un grupo motriz de gasolina atmosférico de 1,8 litros, con 107 CV y 170 Nm, combinado con dos motores eléctricos (de 49 CV y 205 Nm y de 20 CV y 50 Nm), junto a una batería de 1,4 kWh, para una potencia combinada de 156 CV, 180 km/h de velocidad máxima, 9,7 segundos de 0 a 100 km/h y un consumo medio de 4,6 litros. Es la versión destinada a los más eficientes y concienciados con el medio ambiente.