Unas 2.500 personas se han concentrado este domingo en la madrileña plaza de Colón en contra del uso obligatorio de mascarillas y de otras medidas implantadas por el Gobierno para hacer frente al coronavirus. También contra la gestión del propio Ejecutivo, al que acusan de "atentar contra los derechos humanos", porque, según los participantes, "las personas sanas no deberían llevar mascarillas", la cual consideran "una auténtica tortura".