Síguenos en redes sociales:

La desesperación toca tierra

La ONU pide 224 millones de euros para los cientos de miles de afectados en Filipinas por el tifón el recuento de víctimas llega a 1.833, aunque falta por acceder a varias zonas devastadas La escasez de agua, alimentos y bienes de primera necesidad ha creado un clima de histeria entre los supervivientes

La desesperación toca tierraEFE

manila. El martes, el presidente filipino, Benigno Aquino, ha asegurado que el balance de víctimas mortales por el paso del tifón 'Yolanda' estará entre las 2.000 y las 2.500 y no las 10.000 de las que se llegó a hablar al día siguiente de la tragedia, si bien ha admitido que todavía hay 29 comunidades con las que no se ha logrado contactar desde el viernes.

"La cifra ahora mismo que tengo es unos 2.000 pero esto podría aumentar", ha señalado Aquino en una entrevista a la cadena CNN. "Yo creo que 10.000 son demasiados", ha añadido a la periodista Christiane Amanpour. "Hubo un drama emocional que intervino en esa estimación particular", ha opinado.

El presidente ha admitido que el Gobierno todavía no ha podido recopilar información en algunas de las zonas más afectadas por el temporal. En este sentido, ha indicado que aún intentan contactar con unas 29 localidades donde queda por establecer la cifra de víctimas, "especialmente de desaparecidos".

"Hasta ahora, estamos trabajando con una cifra de 2.000 o 2.500 en lo que a fallecidos se refiere", ha asegurado Aquino, que de esta forma ha matizado las estimaciones anteriores pronunciadas por algunas autoridades y que calculaban en torno a los 10.000 los muertos por el tifón. La mayoría de estas víctimas mortales corresponderían a la localidad de Tacloban, completamente devastada.

OCHO MUERTOS EN UN TUMULTO Al menos ocho personas han fallecido aplastados a primera hora de este miércoles en la localidad filipina de Alangalang después de que miles de supervivientes irrumpieran en un almacén gubernamental de arroz para conseguir comida, según ha informado el diario británico 'The Guardian'.

La Autoridad Nacional de Alimentación del país ha indicado que los policías y soldados no pudieron evitar que el almacén, ubicado en la provincia de Leyte, una de las más afectadas por el supertifón, fuera saqueado.

DEVASTACIÓN Naciones Unidas instó ayer a la comunidad internacional a enviar ayuda por valor de 224 millones de euros a Filipinas, donde centenares de miles de víctimas carecen de acceso a alimentos y agua a causa del tifón Haiyan, que asoló la región central del país. Las agencias del organismo multilateral llamaron a lograr esa cantidad para desarrollar la respuesta de emergencia durante seis meses en el país, mientras la jefa de ayuda humanitaria de la ONU, Valerie Amos, pedía un mayor esfuerzo ante la magnitud de la devastación causada por el tifón.

De momento, la comunidad internacional ha ofrecido unos 40 millones de euros en asistencia de emergencia a Filipinas, según informó el departamento de Asuntos Exteriores filipino, que precisó que la ayuda incluye dinero, equipos médicos y de rescate, y material de primeros auxilios. Se trata de aportaciones procedentes de 28 países, varias organizaciones internacionales y la Unión Europea, que ayer anunció que ampliará su donación a 10 millones de euros, que se destinarán a tareas de reconstrucción.

El papa Francisco, que el domingo pidió rezar por las víctimas y solicitó que llegara "ayuda concreta" a los damnificados, dispuso ayer de una primera donación de 150.000 euros, que será distribuida a las iglesias católicas de las zonas más afectadas.

La Organización Mundial de la Salud también se comprometió a enviar un cargamento de medicinas para cubrir las necesidades básicas de 120.000 personas durante un mes y suministros para 400 intervenciones quirúrgicas.

baile de cifras Mientras tanto, el recuento oficial de muertos no deja de aumentar casi al mismo ritmo que la desesperación entre los supervivientes que sufren escasez de agua potable, comida y no encuentran cobijo.

La escasez de bienes de primera necesidad ha creado un clima de histeria entre los supervivientes que hambrientos y sin nada que beber deambulan por las carreteras de la región. El portavoz de Defensa Civil, Reynaldo Balido, declaró que el restablecimiento del orden en Tacloban y otras áreas es una de las "principales prioridades", mientras la Policía Nacional y el Ejército han enviado a la zona efectivos de refuerzo para asegurar la paz y el orden en la región.

Mientras, la aerolínea comercial filipina Cebú Pacific canceló algunas rutas comerciales para que sus aviones ayuden en la evacuación de los damnificados en el aeropuerto de Tacloban, donde miles de afectados se agolpan ante la falta de comida, agua y otros artículos de emergencia, ruegan por una plaza para abandonar la ciudad arrasada.