Chile vota con los ojos puestos en la abstención
los candidatos y el gobierno instan a los votantes a acudir a las urnas Los aspirantes apuntan a los jóvenes como el sector más difícil de convencer
santiago de chile. Las elecciones presidenciales, parlamentarias y a consejeros regionales se celebraron ayer en Chile bajo el fantasma de la abstención. Ante la fuerte incertidumbre sobre los niveles que ésta podía alcanzar, el Gobierno y los candidatos se esmeraron en estimular a los votantes hasta el último momento. Y es que la inquietud de los líderes políticos no es gratuita, ya que por primera vez se aplica la modalidad de voto voluntario en este tipo de comicios, en medio de un clima de fuerte crítica y rechazo social a los partidos, según han venido revelando distintas encuestas.
Con un padrón electoral de 13.573.134 millones de personas, las estimaciones de expertos, candidatos y partidos se referían a una participación de 7,5 millones de electores. La abstención correspondería principalmente a los nuevos votantes en una jornada en la que los chilenos elegían un nuevo presidente, renovaban veinte escaños del Senado y los 120 de la Cámara de Diputados, además de 278 consejeros regionales, que por primera vez surgirán de la voluntad popular.
"Quiero pedir a todos los chilenos que se levanten y vayan a votar en esta fiesta que son las elecciones en democracia", declaró el presidente de Chile, Sebastián Piñera, al acudir a depositar su papeleta.
Los nueve candidatos que aspiran a ponerse la banda presidencial reiteraron el llamamiento del mandatario, algunos aludiendo al segmento más difícil de convencer para que se acerque a los centros de votación: los jóvenes. "Hoy puede ser un día histórico, donde los jóvenes pueden abrir las puertas de la esperanza, sin la opresión de la deuda y los salarios indecentes", dijo Marcel Claude, aspirante del Partido Humanista, que ha centrado su campaña en las universidades.
Para la mayoría de los candidatos con más baja adhesión en los sondeos, la cantidad de votantes no es tan relevante, ya que tienen pocas opciones de pasar a una eventual segunda vuelta en caso de que ningún aspirante alcance el 50% más uno de los sufragios que exige la ley para ser elegido en la primera ronda.
Pero para las representantes de los bloques de derecha y centroizquierda que han dominado la política chilena en las últimas décadas la cantidad de votos válidos puede suponer una gran diferencia.
La exmandataria y candidata de la centroizquierdista Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, ha apostado por obtener un triunfo en primera vuelta y con una gran cantidad de parlamentarios electos.
Para la derecha oficialista, la abstención es una preocupación mayor, ya que su candidata, la exministra del Trabajo Evelyn Matthei, no ha tenido buenos datos en las encuestas, aunque ayer ella se mostraba optimista sobre la posibilidad de disputar una segunda vuelta a Bachelet el próximo 15 de diciembre.
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