parís - Emmanuel Macron, exbanquero de 39 años, se convirtió ayer en el presidente más joven de la historia de Francia, tras imponerse a la líder ultraderechista, Marine Le Pen, en la segunda vuelta electoral del 7 de mayo, tras una campaña electoral marcada por la sucesión de escándalos políticos. Macron fue proclamado vigésimo quinto presidente de la República de Francia en una solemne ceremonia celebrada en el Salón de Festejos del Palacio del Elíseo.

El nuevo presidente, en un discurso de investidura de unos diez minutos pronunciado con gesto serio tras asumir el cargo de manos de su predecesor, François Hollande, destacó que relanzar el proyecto europeo será uno de los principales objetivos de su mandato, porque a su juicio esa es la base para que Francia pueda mantenerse como potencia mundial y proyectarse en el mundo.

Macron aseguró que Europa “será refundada y relanzada” porque “protege y permite proyectar en el mundo” los valores de Francia. Insistió en que será necesaria “una Europa más eficaz, más democrática, más política, porque es un instrumento de la potencia y la soberanía” de su país, y dijo que trabajará para conseguirlo.

Consideró que su victoria el pasado día 7 frente a Marine Le Pen fue una muestra de que los franceses habían optado por “la esperanza y el poder de conquista”, e hizo continuas alusiones indirectas a que lo que representaba la líder ultraderechista era el repliegue del país y la renuncia a su dimensión internacional.

Por eso su mensaje fue que “el mundo y Europa necesitan más que nunca a Francia, una Francia fuerte que lleve alta la voz de la libertad y de la solidaridad, de una Francia que sepa inventar el futuro”. Tras señalar que en la actualidad “todo el mundo es interdependiente, vecino”, avanzó que en política internacional “Francia velará por estar siempre del lado de la libertad, de los derechos humanos” para “construir la paz de forma duradera”. Señaló, además, como prioridad una “renovación democrática” de Francia, garantizando que “los ciudadanos tengan voz y sean escuchados”, y también convertir a Francia en “ejemplo del mundo” porque aún “sigue siendo una potencia”.

generaciones futuras Macron dijo ser consciente de la responsabilidad que le ha confiado el pueblo francés y explicó que lo que se haga no solo tendrá consecuencias sobre la generación actual sino también sobre las venideras, y por eso consideró que “hay que construir el mundo que la juventud merece”.

Partiendo de la constatación de que “desde hace décadas” Francia duda de sí misma y de sus capacidades, su mandato estará guiado por dos exigencias: devolver a los franceses la confianza en sí mismos - “un trabajo lento, exigente, pero indispensable”- y convencerles de que el país “lleva en su seno todos los recursos para figurar en primera línea de las naciones”. “Francia solo es fuerte si es próspera” y “solo es un modelo para el mundo cuando es ejemplar”, dijo Macron, que hizo hincapié en que no va a “ceder en nada” de su programa de reformas, empezando por la flexibilización del mercado laboral que quiere adoptar este mismo verano por decreto.

No obstante, junto a sus propuestas liberales, señaló que “se fortalecerá la solidaridad nacional” para proteger a los que “se sienten olvidados” de la globalización.

El discurso de Macron fue el momento con mayor carga política de todo el ceremonial del traspaso de poderes, que comenzó a las 10.00 de la mañana con su llegada al Elíseo, poco después de que lo hiciera su mujer, su antigua profesora de instituto Brigitte Trogneux. En el palacio le estaba esperando el presidente saliente, François Hollande, con quien estuvo reunido una hora para la transmisión de los códigos de las armas nucleares y algunas otras informaciones confidenciales.

Tras ello, Hollande dejó el que ha sido su hogar durante los últimos cinco años. El ya expresidente salió del Elíseo acompañado de Macron, que aplaudió mientras los apostados en la explanada de la residencia oficial ovacionaban al dirigente socialista.

baño de masas Después llegó una secuencia pública con la proclamación oficial de los resultados de la segunda vuelta de las presidenciales por el presidente del Consejo Constitucional, Laurent Fabius, la recepción del collar de Gran Maestro de la Orden Nacional de la Legión de Honor y un homenaje a la bandera en el jardín del palacio, con el ruido de fondo de 21 salvas de cañón para marcar el momento.

Macron se desplazó a continuación por la avenida de los Campos Elíseos hasta el Arco de Triunfo, donde rindió honores en el monumento al soldado desconocido, antes de darse un baño de multitudes con el público que había acudido a verle pese a la lluvia intermitente. - Efe

Primer ministro. Macron, tras desvelar ayer los nombres de los miembros de su equipo de Gobierno, podría anunciar hoy su nuevo primer ministro para formar Gobierno mañana y celebrar el miércoles su primer Consejo de Ministros. Suena como favorito el diputado de Los Republicanos y alcalde de la ciudad de Le Havre, Edouard Philippe, cuyo nombramiento que se interpretaría como un intento para captar el electorado conservador.

Militares hospitalizados. Macron dedicó ayer por la tarde su primera salida desde su toma de posesión para visitar soldados heridos en el hospital militar de Percy en la localidad de Clamart, al sur de París.

Tropas extranjeras. Macron pretende visitar a finales de esta semana a las tropas francesas desplegadas en el extranjero. Al parecer, el destino sería Malí, donde Francia interviene a petición del Gobierno maliense en la lucha contra las milicias islamistas asentadas en la franja norte del país.