Boris Johnson insistió ayer en que no quiere convocar elecciones generales, pero dejó claro que lo hará si los parlamentarios votan por otro retraso del brexit que calificó de “sin sentido”. La prensa británica ya encontró la posible fecha en el calendario para que se celebren los comicios y todo apunta a que el lunes 14 de octubre sería la más propicia, si finalmente los diputados británicos consiguen bloquear un brexit sin acuerdo. “No quiero unas elecciones, ustedes no quieren unas elecciones. Sigamos con la agenda de la gente. Combatir el crimen, mejorar el sistema sanitario público (NHS), impulsar las escuelas, reducir el coste de vida, desbloquear el talento y las oportunidades en todo el Reino Unido”, defendió Johnson, con un ritmo y discurso que ya sonaba a llevar implícito la celebración de nuevas elecciones. Si bien en la isla no se esperaban elecciones generales hasta 2022, Johnson dejó ayer la opción sobre la mesa, ante el miedo de que algunos ex ministros conservadores unan sus fuerzas con los laboristas para evitar que el Reino Unido abandone la UE el 31 de octubre sin un acuerdo, es decir, que haya un brexit a las bravas, tal y como amenaza el primer ministro.

y no serían en jueves Estas serían las primeras elecciones que no tendrían lugar un jueves desde 1931. Para poder convocarlas, Johnson necesitaría del respaldo de dos tercios de los 650 parlamentarios del Reino Unido para poner en marcha unas elecciones anticipadas este otoño. Así, de haberlas antes del final de 2019, serían las terceras en los últimos cinco años, después de las celebradas en 2015 y 2017.

A las puertas del Número 10 de Downing Street, Johnson dijo que tal medida haría que las conversaciones con la UE sobre un nuevo acuerdo fuesen “imposibles”. Sin embargo, defendió que con el respaldo de los parlamentarios, se podrían lograr cambios en el acuerdo, negociado por Theresa May y rechazado ya en tres ocasiones en los Comunes.

Johnson defendió que cree que las posibilidades de llegar a un nuevo acuerdo entre Londres y Bruselas han “aumentado” porque Reino Unido se prepara para abandonar la UE “pase lo que pase”. Por ello, cree que si hay algo que puede detener estas conversaciones, es “la sensación en Bruselas de que los parlamentarios pueden encontrar alguna forma de cancelar el referéndum”, explicó, y agregó que esperaba que esto no suceda.

En una breve declaración, el líder conservador amenazó públicamente con ignorar el Parlamento si exige una extensión al brexit, utilizando su declaración para prometer que no habrá ninguna circunstancia bajo la cual no tenga lugar la salida el próximo 31 de octubre. De fondo, se oían los s abucheos y los cánticos “Parar el golpe” de los manifestantes, contrarios al cierre del parlamento durante cinco semanas para restar tiempo a la oposición para frenar la posibilidad de un brexit sin acuerdo. Su amenaza provocó que varios parlamentarios se unan para tratar de evitar que el Reino Unido se vaya sin un acuerdo y propondrán una votación en el Parlamento para aprobar la denominada Orden Permanente 24 (SO24-Standing Order 24). La citada orden permite a los parlamentarios solicitar un debate sobre un “asunto específico e importante que debería considerarse con urgencia” y promover una legislación bajo la Orden Permanente 24.

El proyecto de ley, que ha sido publicado por el parlamentario laborista Hilary Benn, obligaría al primer ministro a solicitar un retraso del brexit hasta el 31 de enero de 2020 a menos que los parlamentarios hayan aprobado un nuevo acuerdo, o votado a favor de una salida sin acuerdo, antes del 19 de octubre. Benn reconoció que si el primer ministro afirma que el proyecto de ley “socavará las negociaciones”, la pregunta que se le debe hacer es “¿qué negociaciones?”, ya que citando directamente a la canciller alemana, Angela Merkel, el gobierno británico no ha presentado ninguna propuesta.

Objetivo: detener a Johnson El responsable laborista del brexit, sir Keir Starmer, defendió que este movimiento, detendrá a Johnson de forzar un brexit “imprudente y dañino” sin acuerdo el 31 de octubre. “Esta semana podría ser la última oportunidad del Parlamento para detener un brexit sin acuerdo. Los parlamentarios deben actuar por el interés nacional y apoyar este proyecto de ley”.

Para complicar aún más las cosas, Johnson advirtió a los rebeldes tories, que incluyen a exministros, que de apoyar la legislación, se enfrentarán a la expulsión del partido y a su inmediata destitución. Pero las principales figuras, incluido el ex ministro de Justicia David Gauke, han insistido en que, a pesar de la amenaza, seguirán adelante y, en sus palabras, antepondrán el “interés nacional”.

Los ministros del gabinete de Johnson fueron convocados a una reunión de emergencia del Gabinete ayer por la tarde, antes de que el primer ministro se dirigiese a los parlamentarios conservadores en una recepción en el número 10 de Downing Street. Y en medio de la incertidumbre, la libra se hundió alrededor de un 1% frente al dólar. Aunque el primer ministro no anunció explícitamente un regreso a las urnas la libra se mantuvo en mínimos históricos, cayendo a 1,21 frente al dólar.

Corbyn, contra Blair una vez más

Trampa. El jefe de la oposición, Jeremy Corbyn, repitió ayer una vez más que Reino Unido “necesita” unas elecciones, a pesar de las advertencias horas antes del ex primer ministro laborista Tony Blair advirtiendo de que podrían ser una “trampa” para los laboristas. Para Corbyn, unas elecciones darán a la población “la oportunidad de retomar el control y tener la última palabra en una consulta con opciones creíbles y que incluya la opción de permanecer” en la UE.

Prioridad. Corbyn dijo que su “prioridad” es trabajar para bloquear un brexit sin acuerdo, seguido de la celebración de unos comicios. Unas palabras con las que contradice al exlíder, para quien Johnson tiende “una trampa para elefantes” al tratar de parecer empujado a unas elecciones mientras se prepara para ellas. Blair tiene claro que el brexit debe resolverse antes de que se celebren elecciones y agregó que los laboristas deberían apoyar la legislación que evite un brexit sin acuerdo: “No debería haber una moción de desconfianza, sino más bien una legislación que impida el no acuerdo”, recalcó Blair.