Kabul - El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, advirtió ayer, un día después del histórico acuerdo entre los talibanes y Estados Unidos, que ese país no tiene autoridad para decidir sobre la liberación de prisioneros insurgentes, sino que es decisión del Gobierno afgano y que, en todo caso, deberá negociarla con los talibanes directamente.

El acuerdo de paz sellado entre Estados Unidos y los talibanes el sábado en Qatar, que contempla también la salida de Afganistán de la totalidad de las tropas aliadas en 14 meses, prevé la liberación de unos 5.000 prisioneros insurgentes a cambio de 1.000 miembros de las fuerzas de seguridad afganas, en los próximos diez días, antes de que comiencen las negociaciones intraafganas. “No ha habido compromisos sobre la liberación de 5.000 prisioneros (por parte del Gobierno afgano)”, avisó el presidente en una conferencia de prensa.

Ghani reconoció que Estados Unidos “hizo solicitudes” respecto a la liberación de 5.000 talibanes, pero aseguró que su Gobierno “ha dicho varias veces claramente” a Washington que la liberación de los prisioneros “es un derecho legal del pueblo afgano”. Dicha liberación, continuó Ghani, “podría ser parte de las negociaciones (intraafganas), pero no puede ser una condición previa”.

Sobre el periodo de siete días de reducción de la violencia que cumplieron los talibanes antes de firmar el pacto de Doha, Ghani aseguró que “continuará, y nuestro objetivo es que la reducción de la violencia se cambie por un alto el fuego”. Las negociaciones intraafganas serán el paso que permita poner fin a la guerra que desde hace 19 años padece el país asiático.