Haití intensificó este jueves la operación policial para capturar a los autores del asesinato del presidente Jovenel Moise y anunció la detención de 17 de los 28 supuestos implicados, en su mayoría colombianos.

Quince colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano están bajo la custodia de la Policía, mientras que otros tres ciudadanos colombianos fueron abatidos en tiroteos con las fuerzas de seguridad, según el primer balance oficial en el que se revela la nacionalidad de los supuestos "mercenarios".

Los otros ocho miembros del comando que participaron en el asalto a la residencia de Moise en la madrugada del miércoles, también colombianos, están fugados y son buscados "activamente", según detalló el director general de la Policía, Léon Charles.

Después de este anuncio, el Gobierno colombiano informó de que seis de los detenidos en Puerto Príncipe son miembros retirados del Ejército colombiano.

COLABORACIÓN CIUDADANA EN LAS DETENCIONES

Las operaciones policiales contaron este jueves con el apoyo de decenas de ciudadanos anónimos, que encontraron y atraparon a dos de los sospechosos que estaban escondidos en el barrio de Jalousie, de la capital haitiana. Los extranjeros fueron atados con cuerdas y conducidos hasta la comisaría del barrio de Pétion-Ville, donde una turba se arremolinó para tratar de linchar a los detenidos y después prendió fuego a tres automóviles que supuestamente pertenecían a la banda.

Tras estas escenas, el primer ministro interino, Claude Joseph, quien está al frente del país tras la muerte de Moise, volvió a llamar a la población a mantener la calma y a evitar los actos de vandalismo. La Oficina de Protección al Ciudadano (OPC), un organismo independiente de promoción de los derechos humanos, alertó que se está asistiendo a "una caza contra los latinoamericanos con el pretexto de buscar a los mercenarios".

Desde que se conoció la noticia del magnicidio este miércoles, varias embajadas extranjeras han recomendado a sus ciudadanos evitar salir de sus casas.

A pesar de estas tensiones y de mantenerse el estado de sitio decretado el miércoles, el Gobierno dio este jueves los primeros pasos para volver a la normalidad, con la reapertura del aeropuerto internacional de Puerto Príncipe y un llamamiento a los funcionarios a volver a sus puestos de trabajo.

PETICIÓN DE UNA INVESTIGACIÓN INTERNACIONAL

Conociendo la implicación de 28 extranjeros, el Gobierno haitiano pidió apoyo internacional para investigar el asesinato, según aseguró la enviada de la ONU al país, Helen La Lime, al margen de una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad convocada de urgencia para abordar la crisis en la nación caribeña.

El Gobierno colombiano dijo haber recibido este jueves una solicitud formal de información a través de la Interpol y se comprometió a enviar fechas, horas de vuelo e información financiera a las autoridades colombianas. La Casa Blanca dijo que quiere ayudar en la investigación del magnicidio, pero aseguró que por ahora no ha recibido ninguna petición de asistencia por parte de Haití.

Durante la reunión del Consejo de Seguridad, República Dominicana fue el país que defendió con una mayor vehemencia la necesidad de prestar asistencia a Haití para garantizar la seguridad del país y evitar que esa inestabilidad se extienda a su territorio.

El embajador dominicano en la ONU, José A. Blanco, aseguró que las autoridades de su país no tienen hasta ahora ninguna información de que los asesinos hayan viajado desde su país o hayan huido hacia República Dominicana.

RESPALDO INTERNACIONAL A JOSEPH

En el plano internacional, Joseph recibió este jueves el respaldo expreso de la ONU y de Estados Unidos, después de que en Haití fuera cuestionada su legitimidad para estar al frente del Ejecutivo.

Estados Unidos aseguró que seguirá trabajando con Joseph en su rol de primer ministro, ya que él estaba ejerciendo como primer ministro antes del asesinato, según declaró el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.

La representante de la ONU para Haití, Helen La Lime, también apoyó a Joseph como primer ministro, a pesar de admitir que hay "ciertas tensiones" y diferentes interpretaciones de la Constitución en cuanto a la sucesión presidencial.

La legitimidad de Joseph ha sido puesta en tela de juicio por Ariel Henry, a quien Moise nombró primer ministro el lunes pasado, en el último decreto que firmó. Henry, que no llegó a tomar posesión del cargo, dijo que no pretende "echar leña al fuego", pero pidió hablar con Joseph con la intención de construir un consenso con la oposición y reducir las tensiones políticas hasta la celebración de las elecciones, previstas para el 26 de septiembre.