En sus 70 años de reinado Isabel II no solo cumplió a rajatabla con sus funciones como soberana, sino que le dio tiempo además a acumular un enorme patrimonio que la convirtió en una de las personas más ricas del mundo. Las cifras varían. Mientras London Times Rich List eleva su patrimonio personal a más de 500 millones de euros, la revista Forbes va más allá y lo sitúa en unos 88.000 millones de dólares.

Entre las propiedades de Isabel II destacan la finca de Sandringham House, que la reina heredó de su padre, y el castillo de Balmoral. Luego hay una serie de propiedades que no son propiedad personal de la reina pero de cuya gestión se encarga la Casa Real británica: la Royal Collection, que incluye obras de arte y joyas de la Corona británica; el palacio de Buckingham, residencia oficial de los reyes en Londres (valorado en 4.900 millones de dólares); el castillo de Windsor (valorado en más de 110 millones de euros); el palacio de Kensington (630 millones de dólares); el Crown Estate, una colección de tierras y propiedades que pertenecen a los reyes como una corporación única (19.500 millones de dólares); el Estado de la Corona de Escocia (592 millones de dólares); el ducado de Cornualles (647 millones de libras), y el ducado de Lancaster, una cartera de tierras, propiedades y activos valorado en 534 millones de libras.

La Queen's Gallery del Palacio de Buckingham, uno de los espacios donde se expone la Royal Collection. Henry Layard

Además posee las fincas de Kensington y Tutbury y la aldea de Ghoatland, donde se rodó la película ‘Braveheart’ de Mel Gibson.

A todo ello hay que sumar una colección personal de joyas valorada en 10 millones de euros, unas cuadras con 30 caballos sementales que le reportan unos 10 millones de euros, los ingresos por la cría de perros (cada cachorro real vale unas 15.000 libras) y un parqué de coches valorado en unos 15 millones de euros. A esto hay que añadir además la herencia que le dejó la reina madre al morir: 70 millones de libras.

¿Cómo se repartirá su fortuna?

Carlos III, primogénito de Isabel II y nuevo rey de Inglaterra, será el principal heredero. El hasta ahora príncipe de Gales recibía un sueldo anual de 21 millones de libras y estaba a cargo del ducado de Cornualles.

Los tres restantes hijos de Isabel II, la princesa Ana y los príncipes Eduardo y Andrés, también recibirán parte de la herencia como descendientes de la monarca. En cualquier caso, habrá que esperar a conocer el testamento de Isabel II para saber cómo se reparte la herencia.