El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha utilizado este martes su atril en el inicio de las sesiones de la 77. edición de la Asamblea General de Naciones Unidas para arremeter, aunque sin nombrarle, a su rival en las elecciones de dentro de dos semanas, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

"Durante mi gestión hemos acabado con la corrupción sistémica que existía en el país. Entre 2003 y 2015, el periodo en el que la izquierda presidió Brasil, el nivel de endeudamiento de Petrobas (...) alcanzó los 170.000 millones de dólares. La persona responsable ha sido condenada", ha dicho en referencia a Lula, eximido de los cargos por la mala praxis de los tribunales.

Después del secretario general de la ONU, António Guterres, Bolsonaro ha sido el siguiente en tomar la palabra, tal y como marca la tradición en el seno la Asamblea de Naciones Unidas, y lo ha aprovechado para destacar las políticas económicas de su Gobierno, en especial durante la crisis sanitaria del coronavirus.

Bolsonaro ha defendido que cuentan con la "autoridad" suficiente para opinar sobre la agenda de salud mundial "ya que no se escatimaron esfuerzos en salvar vidas y garantizar puestos de trabajo", al mismo tiempo que se ponían en marcha "un amplio programa de vacunación" frente a la COVID-19.

"Con más de 210 millones de personas, más del 80 por ciento tiene la pauta completa. Todos de manera voluntaria, respetando así su libertad individual", ha puesto en valor un Bolsonaro que ha responsabilizado a las medidas económicas de su Gobierno de la caída de la pobreza generada por la pandemia en Brasil.

"Los denunciados han devuelto mil millones de dólares y hemos pagado al mercado bursátil de Estados Unidos otros mil millones debido a las pérdidas de los inversores", todo ello, ha dicho, mientras se seguía invirtiendo en servicios públicos y en ciencia y tecnología.

DESARROLLO Y MEDIOAMBIENTE

Bolsonaro ha destacado el papel de Brasil como uno de los principales exportadores mundiales de alimentos. Esto, ha señalado, se debe a las "enormes inversiones" que se han destinado a ciencia e innovación. "Si no fuera por la agricultura brasileña, el planeta pasaría hambre", ha dicho.

En lo que respecta al medioambiente, Bolsonaro ha asegurado que "Brasil es parte de la solución y un ejemplo para el mundo", respondiendo así a las críticas a sus políticas en el Amazonas. "Más del 80 por ciento de los bosques no han sido tocados, contrariamente a lo que mencionan los medios", ha protestado.

CONFLICTOS INTERNACIONALES

El presidente brasileño también ha señalado que si bien la actual Naciones Unidas ha servido para restaurar la paz tras la II Guerra Mundial, el actual conflicto en Ucrania ha servido de "alerta" y ha abogado "una reforma" para encontrar la paz mundial.

"Después de 25 años de debates en el Consejo de Seguridad, tenemos que buscar soluciones innovadoras. Brasil aborda el tema basándose en la experiencia que se remonta a los inicios de Naciones Unidas. Hemos intentando hacer todo lo posible para ofrecer soluciones negociadas para pacificar los conflictos", ha dicho.

Entre esas soluciones, ha explicado, se encuentra la apertura de sus fronteras para todos aquellos que huyen de los conflictos, mencionando el caso de los 350.000 hermanos venezolanos que han encontrado cobijo en territorio brasileño desde 2018. "También hemos acogido a haitianos, sirios, afganos y ucranianos".

En lo que atañe a Ucrania, Bolsonaro ha querido agradecer a países como Polonia, Hungría o Eslovaquia por su ayuda a la hora de evacuar ciudadanos brasileños cuando Rusia inició la invasión hacer ahora siete meses.

En referencia al conflicto en sí, ha señalado que Brasil se rige por los principios del derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas. "Abogamos por un alto el fuego inmediato, por la protección de civiles no combatientes, la salvaguarda de infraestructuras para ayudar a la población y el mantenimiento de todos los canales de las partes en conflicto".

"Son estos los primeros pasos para encontrar una solución duradera y sostenible. Hemos trabajado en este sentido en Naciones Unidas y otros lugares, hemos intentado evitar obstaculizar los canales de diálogo por la polarización del conflicto", ha dicho Bolsonaro.

"Por ello nos oponemos al aislamiento diplomático y económico, pues se hace notar en los precios mundiales de alimentos, combustibles y otras materias primas (...) No nos parece que la mejor manera sea adoptar sanciones unilaterales y selectivas que no cuadran con el derecho internacional", ha insistido.

Bolsonaro ha dicho que estas restricciones han dañado las economías de muchos países y que el conflicto en Ucrania solo se resolverá a través del diálogo. "No desaprovechemos cualquier oportunidad para resolver el conflicto", ha demandado.

DEFENSA DE LAS LIBERTADES FUNDAMENTALES

Ante las críticas que ha recibido por sus ataques a algunas de las libertades fundamentales, Bolsonaro se ha erigido como un "incondicional seguidor" de la libertad de expresión, asegurando que desde que es presidente, Brasil ha hecho todo lo posible para lograr la libertad de credo.

"Es fundamental que todos tengan el derecho de rezar sin discriminación", ha enfatizado Bolsonaro aprovechando la coyuntura para ofrecer asilo a los religiosos perseguidos por el "cruel régimen dictatorial de Nicaragua".

Entre esas "libertades fundamentales para la sociedad brasileña" que Bolsonaro ha mencionado necesitan defensa están "la defensa de la familia, el derecho a la vida desde la concepción, el derecho a la legítima defensa y también el repudio a la ideología de género", además de "la protección de los derechos de la mujer".