El distrito escolar de Uvalde, Texas, ha anunciado este viernes la suspensión de todo el Departamento de Policía por los fallos cometidos por las fuerzas de seguridad durante la respuesta al trágico tiroteo del pasado 24 de mayo en la escuela primaria de Robb, en la que murieron 19 niños y dos profesores.

La decisión se ha tomado en medio del aluvión de críticas recibidas por la aparente pasividad exhibida por las fuerzas de seguridad durante aquella crisis.

La junta escolar ha solicitado al Departamento de Seguridad Pública de Texas la presencia de más efectivos policiales y militares mientras permanece en vigor esta suspensión. "Confiamos en que la seguridad del personal y de los estudiantes no se verá comprometida durante esta transición", ha señalado.

El teniente Miguel Hernández, quien se encargó de dirigir el departamento tras el ataque, y Ken Mueller, director de servicios estudiantiles, han sido retirados de sus puestos bajo licencia administrativa, detallan medios estadounidenses.