Representantes de los serbios de Kosovo han anunciado este jueves su intención de bloquear las carreteras si Pristina confisca los vehículos que no hayan cambiado hasta el día 31 las matrículas serbias por las oficiales kosovares.

En esa fecha expira el ultimátum de las autoridades de Kosovo para el cambio de las matrículas, y el primer ministro kosovar, el ultranacionalista Albin Kurti, rechaza ampliar el plazo por diez meses, como piden EEUU y la Unión Europea (UE), por temor a nuevas tensiones.

"Si Pristina recurre a acciones violentas para confiscar los coches con las placas KM (serbias) bloquearemos todos los accesos y entradas desde el norte hacia Kosovo central y el sur", ha asegurado en Belgrado Goran Rakic, líder de los serbios de Kosovo.

En ese sentido, ha insistido en que la resistencia del pueblo será "pacífica, con medios democráticos", pero que no puede prever "el desarrollo de la situación sobre el terreno".

El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, quien este jueves se ha reunido con los representantes de los serbios de Kosovo, ha asegurado que han acordado "hacer todo lo que está en nuestro poder para preservar la paz y estabilidad, y que desescale la situación".

Además, ha acusado a Pristina de "poner en peligro la estabilidad y la paz, y la persistencia de los serbios" en Kosovo.

En los últimos doce meses ha habido varios momentos de conflicto, incluso con despliegue de tropas en la frontera, debido a la exigencia de Kosovo de que los miembros de la minoría serbia usen los documentos oficiales kosovares.

Bajo la mediación de la UE, ambos países acordaron desbloquear su disputa con el reconocimiento mutuo de los documentos de identidad y aplazar hasta el 31 de octubre la aplicación de la norma sobre las matrículas.

Unos 9.000 serbios de Kosovo que se estima poseen esas matrículas se niegan a aceptar la medida.

La antigua provincia serbia, poblada por una mayoría albanesa, proclamó en 2008 su independencia, que Serbia no reconoce, y ambos países mantienen un difícil diálogo bajo el amparo de la UE para normalizar sus relaciones.