La ONU aseguró este jueves que su secretario general, António Guterres, "no está sorprendido" de haber sido víctima de supuestas escuchas por parte de Estados Unidos, pero lamentó que sus conversaciones privadas se hayan distorsionado y hecho públicas.

La organización respondió así a las filtraciones de documentos secretos del Pentágono que apuntan a que Guterres ha sido espiado por la inteligencia estadounidense, según una información publicada hoy por la BBC.

La cadena británica señaló que varios documentos describen comunicaciones privadas entre Guterres y la vicesecretaria general de Naciones Unidas, Amina Mohammed, sobre la situación en Ucrania y otras cuestiones.

"El secretario general lleva bastante tiempo en su trabajo, ha estado en política y ha sido una figura pública durante bastante tiempo, así que no está sorprendido por el hecho de que haya gente espiando y escuchando sus conversaciones privadas", señaló su portavoz, Stéphane Dujarric.

El portavoz, sin embargo, consideró desafortunado que esas conversaciones se hayan "distorsionado" y luego se hayan hecho públicas.

Dujarric se refirió así al análisis hecho por la inteligencia estadounidense, que según los documentos vistos por la BBC considera que Guterres está siendo demasiado blando con Rusia y que su trabajo para proteger el acuerdo que permite la exportación de grano de Ucrania estaría "minando los esfuerzos más amplios para hacer que Moscú rinda cuentas".

El portavoz recordó que el jefe de Naciones Unidas "ha sido muy claro sobre las violaciones de la ley internacional" por parte rusa y subrayó que sus esfuerzos con el llamado Acuerdo del Mar Negro buscan "mitigar el impacto de la guerra en los más pobres del mundo".

"Eso significa hacer lo que podemos para reducir el precio de alimentos, cereales y fertilizantes en todo el mundo", insistió.

En paralelo al pacto del grano, la ONU se comprometió con Rusia a trabajar para eliminar restricciones a sus exportaciones agropecuarias, sobre todo de fertilizantes, pero Moscú asegura que no ha visto avances y por ello amenaza con poner fin al Acuerdo del Mar Negro.

Sobre el supuesto espionaje en sí, Dujarric dijo que la ONU toma las medidas que puede para tratar de proteger sus comunicaciones, pero subrayó que todos los países deberían "respetar la inviolabilidad" de la organización.