Estados Unidos subrayó este lunes que tras el ataque contra sus tropas en Jordania, en el que murieron tres soldados estadounidenses, se reserva su derecho a responder. “No hay duda de que habrá una respuesta, pero como hemos hecho en el pasado, se dará en el momento y la forma de nuestra elección. Haremos lo que tengamos que hacer”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en una entrevista en la cadena MSNBC.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el domingo que tres soldados estadounidense murieron en ese ataque con drones en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria.

El Gobierno jordano ha indicado que se produjo desde fuera de su territorio y que tuvo como objetivo la base estadounidense de Al Tanf.

Según la agencia estatal iraní IRNA, fue reivindicado por milicias proiraníes. “Creemos que fue un solo dron. Todavía estamos trabajando en lo que sucedió y en cómo ese dron pudo atacar lo que básicamente era un barracón. Teniendo en cuenta la hora en la que tuvo lugar el ataque, la mayoría de las tropas estaba en la cama durmiendo”, añadió Kirby.

Ni Kirby ni la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, quisieron detallar la eventual respuesta que prepara Washington.

“El presidente ha sido muy claro. Como comandante en jefe, una de las cosas en las que se centra obviamente es garantizar que protegemos a nuestras tropas”, se limitó a decir Jean-Pierre en una entrevista con la cadena CNN.

Las claves del ataque

Lo cierto es que la muerte de estos tres soldados estadounidenses abre un abanico de interrogantes sobre cómo se realizó el ataque y qué repercusiones tendrá a corto y medio plazo. En un comunicado, el presidente de EEUU, Joe Biden, atribuyó el ataque a las milicias respaldadas por Irán que operan en Siria e Irak, aunque no llegó a identificar con precisión al grupo responsable.

Aunque Washington aún no ha identificado a los autores, la agrupación de milicias proiraníes Resistencia Islámica en Irak reivindicó el mismo domingo varios ataques contra posiciones en Siria e Irak y asumió la responsabilidad del ataque mortal contra las tropas estadounidenses de la base Al Tanf.

Según el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM), el ataque mató a tres soldados, cuyas identidades aún no han sido divulgadas, y dejó al menos 34 heridos.

De los 34 heridos, ocho han sufrido lesiones graves y han tenido que ser evacuados de Jordania para recibir atención médica, aunque su condición es estable, detalló el CENTCOM en un comunicado.

¿Dónde se produjo?

Hay versiones diferentes sobre la ubicación exacta del ataque: Estados Unidos afirma que ocurrió en una base militar en el noreste de Jordania, cerca de la frontera con Siria, mientras que el Gobierno jordano sostiene que tuvo lugar fuera de su territorio y se dirigió contra una base estadounidense en Siria.

Jordania es uno de los principales aliados de EEUU en la región, pero la presencia de cientos de tropas estadounidenses en su territorio es un tema sensible porque la mayoría de la población jordana rechaza la ayuda que Washington está proporcionando a Israel para su ofensiva sobre la Franja de Gaza.

Según indicó el CENTCOM en un comunicado, el ataque se produjo contra una base militar en Jordania llamada ‘Torre 22’, que se encuentra estratégicamente situada en el punto más al noroeste del territorio jordano, donde sus fronteras se encuentran con las de Siria e Irak.

En esa base, hay desplegados unos 350 militares de EEUU que tienen como misión lograr la “derrota duradera” del grupo terrorista Estado Islámico (EI), detalló el CENTCOM.

Además, ‘Torre 22’ se encuentra cerca de otra guarnición militar estadounidense llamada ‘Al Tanf’, ubicada en Siria muy cerca de la frontera con Jordania y que, desde 2016, ha sido clave para las operaciones contra el EI, según detalla la organización International Crisis Group en su web.

El Gobierno jordano asegura que el ataque ocurrió precisamente contra la base ‘Al Tanf’, contradiciendo la versión de Estados Unidos.

La respuesta

Biden, que estaba este domingo haciendo campaña en Carolina del Sur, prometió en un comunicado que los responsables rendirán cuentas “ en el momento y de la manera” que Estados Unidos elija. Más tarde, durante un evento en una iglesia de Carolina del Sur, dio un discurso ante cientos de feligreses en el que afirmó: “Hemos tenido un día difícil anoche en Oriente Medio. Hemos perdido a tres valientes en un ataque contra una de nuestras bases”.

Ante la inminencia de una respuesta estadounidense, diversos grupos proiraníes en el este de Siria están “reubicándose”, mientras que varias milicias han desplegado camiones con lanzaderas de cohetes para contrarrestar posibles bombardeos estadounidenses, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La muerte de tres soldados estadounidenses agrava aún más la ya frágil situación en Oriente Medio, donde la tensión se ha disparado desde el ataque de Hamás el 7 de octubre del pasado año contra Israel, al que las fuerzas israelíes respondieron con una ofensiva en la Franja de Gaza que ha dejado más de 26.000 palestinos muertos.

Desde el inicio de este conflicto, las milicias proiraníes de Irak han llevado a cabo más de un centenar de ataques contra las fuerzas estadounidenses en Irak y Siria, causando al menos 70 heridos, en su mayoría soldados con lesiones cerebrales traumáticas.