El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tomó este pasado fin de semana la inédita decisión de bombardear tres instalaciones nucleares iraníes, lo que ha intensificado los temores de una escalada bélica en Oriente Medio. Con esta acción, Washington se une a Israel en la mayor ofensiva occidental contra la República Islámica desde la revolución iraní de 1979.

Ahora, el mundo aguarda expectante la respuesta de Irán. Analistas señalan que Teherán podría optar por cerrar el estrecho de Ormuz, un paso clave por donde circula diariamente más de una quinta parte del suministro global de petróleo —unos 20 millones de barriles— y buena parte del gas natural licuado.

Aunque Irán ha amenazado en otras ocasiones con bloquear este corredor estratégico, nunca ha concretado tal medida, que tendría un impacto devastador en el comercio internacional y los precios del crudo.

La importancia del estrecho de Ormuz

Situado entre Omán e Irán, el estrecho de Ormuz conecta el Golfo Pérsico con el mar de Omán y el mar Arábigo. Con apenas 33 km de ancho en su punto más angosto y un canal de navegación de solo 3 km, este paso marítimo es vital para la economía mundial. A través de él, miembros de la OPEP —Arabia Saudí, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait e Irak— exportan la mayor parte de su crudo, principalmente hacia Asia.

Más allá del petróleo, el estrecho es una ruta clave para el transporte marítimo global. Cualquier interrupción podría retrasar las importaciones de materias primas, productos electrónicos y bienes de consumo, afectando las cadenas de suministro. Las primas de seguros para el transporte marítimo podrían dispararse, aumentando los costos para las empresas y los consumidores europeos.

La Quinta Flota de Estados Unidos, con base en Baréin, es la encargada de proteger el tráfico comercial en la zona.  Irán podría hostigar a los barcos con sus fuerzas navales, especialmente con lanchas patrulleras de alta velocidad, así como con drones y misiles desde tierra firme.

¿Qué pasaría si Irán cierra el paso?

El cierre del estrecho supondría un golpe directo para Trump, al provocar un alza inmediata de los precios del petróleo y un efecto inflacionario en EE.UU. y el resto del mundo. Sin embargo, también representaría un grave daño económico para el propio Irán, cuyo petróleo depende de esa misma vía para salir al mercado.

El cierre del estrecho de Ormuz amenaza con disparar el precio de la energía en el mundo. Europa Press

Además, un bloqueo podría arrastrar a los estados árabes del Golfo —críticos con el ataque israelí— a un conflicto mayor para proteger sus intereses energéticos. China, que compra cerca del 90% del petróleo iraní sancionado internacionalmente, sería uno de los grandes afectados.

El Gobierno chino ha instado este lunes "a intensificar los esfuerzos" para "evitar un impacto en el desarrollo económico mundial". El portavoz de la Cancillería china Guo Jiakun declaró en una rueda de prensa que "mantener la seguridad y la estabilidad en la región redunda en interés común de la comunidad internacional".

El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, instó a Pekín a intervenir: “Animo al gobierno chino a comunicarse con Teherán porque dependen enormemente del estrecho de Ormuz para su suministro petrolero. Si lo cierran, será un error terrible. Es un suicidio económico”.

De hecho, ya circulan reportes de superpetroleros que habrían dado media vuelta en el estratégico paso tras los bombardeos.

La posición de Irán

La televisión estatal Press TV informó que el Parlamento iraní aprobó una medida para cerrar el estrecho, aunque la decisión final corresponde a los máximos líderes del país. El canciller Seyed Abbas Araghchi advirtió que el bombardeo estadounidense tendrá “consecuencias eternas”. Por su parte, el líder supremo Ayatolá Alí Jameneí calificó de “error grave” el ataque israelí y prometió que “debe ser castigado”, aunque no mencionó directamente al estrecho de Ormuz.

Europa, ante un escenario "extremadamente peligroso"

La alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Kaja Kallas, advirtió también este lunes a Irán de que el cierre del estrecho de Ormuz que ha exigido el Parlamento iraní en "sería extremadamente peligroso y no sería bueno para nadie".

En una declaración a su llegada al Consejo de Exteriores que se celebra este lunes en Bruselas, Kallas apuntó que los ministros del ramo debatirán hoy la situación en Irán tras el ataque estadounidense y aseguró que están "centrados en la solución diplomática" al tiempo que valoran las consecuencias de una escalada en el conflicto.

"Especialmente el cierre del estrecho de Ormuz, que sería extremadamente peligroso y no sería bueno para nadie", señaló.

"La UE siempre ha estado a favor de la diplomacia. Hablamos con el ministro iraní el viernes e Irán se estaba abriendo a hablar sobre el tema nuclear y también sobre cuestiones más amplias de seguridad que preocupan a Europa. Tenemos que mantener esto en marcha porque al final debe haber una solución diplomática para tener una perspectiva a largo plazo", añadió Kallas.

La jefa de la diplomacia comunitaria recordó además que el acuerdo internacional sobre el programa nuclear de Irán incluye una cláusula de retrotracción que permite reimponer automáticamente las sanciones internacionales al país si Teherán incumple los términos del pacto.

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"Si todo el mundo está de acuerdo en que Irán no debe tener el arma nuclear, tenemos que trabajar por ello", dijo.

También el ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, pidió a la UE "valentía" para "enarbolar la bandera de la paz, para defender el derecho internacional, para decir no a la guerra y sí a la diplomacia y a la negociación" ante la escalada en Irán, ya que "no hay solución militar en Oriente Medio".