Alessio Lisci (Roma, 4/11/1985), extécnico de Levante y Mirandés, se estrena este martes a partir de las 21.00 horas como entrenador de Osasuna en partido oficial. Lo hace en el Santiago Bernabéu contra el Real Madrid y admite que, “para bien o para mal, soy bastante frío y lo vivo con bastante tranquilidad”, aunque no tarda en asegurar que “tengo ganas de empezar la Liga”.

Hace 14 años llegó al Levante como entrenador en prácticas gracias a una beca Leonardo y ahora dirige a Osasuna en Primera División. Casi nada.

–Para ser fútbol, es poco tiempo. Es cuestión de trabajo, de hacerlo bien y de momentos, porque al final tiene que coincidir que todas las cosas se den bien, que se queden plazas libres, que las puedas encontrar y he tenido un poco de suerte acompañada también de resultados. Puedes hacer tu mejor temporada, pero, si en Primera no se libera ningún banquillo, sigues en Segunda. Tienes que hacerlo bien, que se liberen banquillos y que te quieran. Siempre hay una parte de suerte en el fútbol que hay que intentar minimizar, aunque, si lo haces bien, tarde o temprano te van a llegar las oportunidades. En mi caso, más bien pronto.

¿Qué pensaba de Osasuna antes de venir y qué piensa ahora?

–Se me ha potenciado lo que percibía de fuera. Me parecía un club muy serio, con las ideas claras y con una gran afición, y lo que he vivido por el momento es lo mismo, pero con mejores sensaciones aún.

¿Qué le dice que los dos últimos entrenadores de Osasuna, Jagoba Arrasate y Vicente Moreno, decidieran irse?

–Me hace pensar que desde fuera se ve que es un club estable, algo que para un entrenador es muy importante, pero también sé que mandan los resultados y que por mucho que el club sea estable, luego hay que ganar los partidos. Así que no le doy mucho valor a eso. Le doy valor al día a día y a ganar partidos, que es lo que me va a permitir quedarme aquí el mayor tiempo posible.

Alessio Lisci, entrenador de Osasuna. Iñaki Porto

¿Qué le han pedido desde el club?

–Lo que se sabe. El objetivo de Osasuna es la salvación y, a partir de ahí, cuando seamos capaces de salvarnos, que no sé cuándo será, aunque esperamos que cuanto antes, miraremos lo que podemos hacer según los puntos que tengamos.

¿Y con qué sueña Alessio Lisci?

–Con lo mismo que el club. No hay que soñar. Un ejemplo. Todos queremos ganar la Liga. Quiero ser ambicioso, pero pierdes dos partidos y ya te frustras porque has perdido dos partidos, no puedes ganar la Liga, te alejas… ¿Qué sentido tiene eso? Lo que tenemos que hacer es estar vivos porque va a haber momentos difíciles. El año pasado, por ejemplo, hubo una racha muy larga en la que sólo se ganó un partido. No sirve de nada frustrarte a ti mismo. Tienes que estar activo y vivo, por eso es importante ir marcando los objetivos poco a poco y ahora mismo el objetivo es salvarnos.

Pero el listón está muy alto: permanencias holgadas, una final de Copa, una previa de Conference...

–Desde luego, porque Osasuna es un gran club. Una cosa no quita la otra.

¿Le asusta?

–No, no. Al final todos los entrenadores queremos entrenar lo más arriba posible. Si te asusta lo que ha pasado antes, no puedes entrenar, pero hay que saber cuáles son los objetivos y dónde estamos. Hay temporadas mejores y peores, y yo me concentro en el día a día. Esto me va a acercar al objetivo, al listón y a ser mejor entrenador.

¿Está cerrada la plantilla?

–La plantilla está cerrada con opciones de abrirse. Tanto el club como yo estamos muy contentos con la plantilla que tenemos, pero el mercado está abierto. Puede pasar de todo y tienes que estar vivo. Si sale alguna oportunidad, vamos a aprovecharla, y tenemos que intentar retener a los jugadores que tenemos. Al final el mercado depende de muchos factores y nunca se puede decir algo seguro, pero estoy encantado con la plantilla.

¿Qué le parece que el mercado cierre con la Liga ya empezada?

–Nunca he hablado con el que manda para que me lo explique. No lo entiendo y toda la gente del fútbol con la que hablo tampoco, pero algún día cambiará. El que manda tendrá sus motivaciones que no conocemos.

¿Qué ha encontrado en la cantera de Osasuna?

–El filial de Osasuna lo tengo bastante controlado porque estando en el Mirandés estábamos obligados a controlar sobre todo a los filiales. Hay buenos jugadores, pero es importante entender que hay veces que se pueden lanzar más rápido o con más cuidado, porque es importante lanzarlos cuando estén preparados, porque la pretemporada es una cosa y la Liga es otra y no hay que quemar a los jugadores. Iremos viendo la evolución de ciertos jugadores.

La pasada temporada no debutó con el primer equipo ningún jugador del Promesas. ¿Cambiará esa tendencia con Alessio Lisci?

–En el fútbol no se puede prometer nada. Hay que ser honestos. En el Mirandés, casi sin cantera, debutaron tres jugadores el primer año y dos el segundo. Si hace falta, van a debutar, pero depende de muchísimos factores. Como no quiero mentir, no puedo prometer nada, pero, si se da la ocasión, van a tener las oportunidades, aunque va a depender más de ellos que de mí.

¿Qué le parecen las incorporaciones de Rosier y Víctor?

–Me están gustando ambos. Desde la dirección deportiva eran las primeras opciones y las hemos conseguido hacer. Están respondiendo en el campo con buenos partidos. Me parecen dos jugadores muy válidos que nos pueden dar muchas cosas.

¿Qué influencia tuvo usted en el fichaje de Víctor?

–Le llamé para intentar convencerle. De hecho, el año pasado lo teníamos muy adelantado con el Mirandés, pero el último día no le dejaron salir. O sea, que es un jugador que conozco ya desde antes. No entro en temas de dinero y no entro en si es una apuesta del club, pero es un jugador que me gusta y estoy contento con el fichaje.

¿Cómo ve a Aimar Oroz?

–Ha ido de menos a más, como todos, y en Friburgo hizo un partido de un nivel muy alto. Hay que intentar que tenga continuidad dentro de los partidos y en varios partidos seguidos, e intentamos subirle la estadística de goles y asistencias porque tiene un potencial increíble.

¿Y a Budimir?

–De fuera se ve lo que es, pero dentro aún más. Es un trabajador incansable, un soldado. Lo tiene todo controlado, sabe lo que tiene hacer y es un lujo para un entrenador tener a un jugador así, como también lo es tener a un jugador como Raúl que, al estar Budi, no ha tenido tantos minutos, pero que no se nos olvide que Raúl es un muy buen futbolista.

¿Moi Gómez está de vuelta?

–El año pasado no dio su mejor versión y, si somos capaces de volver a ver al Moi que se conoce, sería como hacer un fichaje nuevo.