El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dio ayer carpetazo a un posible alto el fuego tras la propuesta de los mediadores para una tregua en Gaza, que contaba con la aprobación de Hamás. El ejército israelí inició la primera fase de la llamada operación ‘Carros de Gedeón 2’ para la ocupación total de la ciudad palestina, poco después de que Netanyahu ordenara que se adelantaran las operaciones.
“De cara a la aprobación de los planes para la operación en la ciudad de Gaza, el primer ministro Benjamin Netanyahu ordenó acortar los plazos para la toma de los últimos bastiones terroristas y derrotar a Hamás”, detalló en un comunicado la Oficina del mandatario.
Menos de dos semanas después de que el Gobierno de Israel aprobara el plan de ocupación y haciendo oídos sordos a las críticas de la comunidad internacional, la mayor urbe de la Franja, donde se refugian un millón de palestinos, registraba a última hora de la tarde los primeros enfrentamientos con Hamás, y los soldados israelíes se apostaban en el extrarradio de la ciudad.
“El ejército ya controla las puertas de la ciudad de Gaza”, confirmó el portavoz castrense, Effie Defrin, en una comparecencia online, precisando que ya había fuerzas posicionadas en el barrio periférico sureño de Zeitún y en localidad de Yabalia (al norte de Gaza).
“Juntos ganaremos”, dijo, por su parte, Netanyahu en un comunicado, ignorando las peticiones de los familiares de los rehenes para un tregua que permita su liberación.
Reservistas llamados a filas
Este inicio de las “operaciones preliminares”, como las definió el ejército israelí, coincidió con la llamada a filas a 60.000 reservistas, que se sumarán a comienzos de septiembre a los cerca de 74.000 que ya sirven en los diferentes frentes abiertos en Gaza.
“Como parte de los preparativos para la siguiente fase de la operación, esta mañana (por ayer) se emitieron aproximadamente 60.000 órdenes de reclutamiento para reservistas”, escribió en su cuenta de X el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee. Añadió además que 20.000 reservistas previamente movilizados recibirán notificaciones para extender sus órdenes de servicio.
El plan de ocupación de Gaza presentado por el jefe del Estado Mayor Eyal Zamir fue aprobado ayer por el ministro de Defensa, Israel Katz, aunque está previsto que sea hoy cuando el gabinete de seguridad se reúna para su ratificación definitiva.
Cinco divisiones de las Fuerzas Armadas participarán en los planes del Ministerio de Defensa, que busca “acabar con Hamás” y eliminar al grupo armado palestino de la ciudad de Gaza, explicó un alto cargo del Ejército al diario The Times of Israel. El operativo estará formado por 14 brigadas, cada una de ellas formada por fuerzas de artillería, infantería y combate. Todas ellas contarán con apoyo sobre el terreno, indicó esta misma fuente, matizando que las brigadas desplegadas en las fronteras norte y sur de Israel también tendrán que desplazarse hasta el enclave.
Ahora, ese millón de palestinos que se refugian en Gaza tendrán que desplazarse hacia el sur debido a esta operación, por lo que el plan incluye la “expansión de las instalaciones médicas” en esas zonas, donde se establecerán al menos dos hospitales de campaña. “Como parte de los preparativos para mover a la población hacia el sur se han iniciado conversaciones con organizaciones internacionales para establecer instalaciones médicas”, manifestó el alto cargo, bajo condición de anonimato.
TPI: sanciones de EEUU
El Gobierno estadounidense impondrá sanciones contra cuatro miembros del Tribunal Penal Internacional (TPI) involucrados en casos contra Israel y EEUU, incluida la emisión de una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por crímenes de guerra y contra la humanidad en el marco de la ofensiva militar contra la Franja de Gaza. Los sancionados son dos jueces, la canadiense Kimberly Prost y el francés Nicolás Guillou, y dos fiscales adjuntos, la fiyiana Nazhat Shameem Khan y el senegalés Mame Mandiaye Niang. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, justificó la decisión alegando que los fiscales han “continuado apoyando acciones ilegítimas del TPI” contra Netanyahu y el exministro de Defensa Yoav Gallant. El Tribunal Penal Internacional calificó estas sanciones como “un ataque flagrante contra la independencia de una institución judicial imparcial”. Y advirtió de que “seguirá cumpliendo con sus mandatos, sin dejarse intimidar, en estricta conformidad con su marco jurídico adoptado por los Estados Partes y sin atender a restricciones, presiones o amenazas”.