El 2021, a diferencia de su predecesor, ha sido un año sin grandes sobresaltos, en el que hemos visto reafirmarse los cambios provocados por la pandemia del coronavirus. Aunque hayamos vivido una situación trágica que nos ha forzado a adoptar cambios radicales, estos no han sido necesariamente negativos. Como ya sucedía el año anterior, a pesar de las dificultades de la pandemia, el crecimiento de CNTA ha sido estable y de gran calado. Hemos asistido, entre otros, a proyectos como la apertura de una nueva sede en Madrid, que nos permite afianzar nuestra presencia y nuestro alcance entre las pymes y start ups de todo el país. También, hemos asistido a un crecimiento constante tanto en el tamaño de nuestra plantilla, como en nuestra actividad, así como, en nuestra presencia en proyectos europeos. Vemos, por lo tanto, que la pandemia nos ha arrojado a un escenario que presenta una multitud de oportunidades para el sector. Ha acelerado todos los cambios que ya venían sucediendo de forma orgánica, adelantando el desarrollo del sector alimentario. El mundo ha cambiado, pero podemos adaptarnos gracias a nuestro posicionamiento como vanguardia de la innovación y del desarrollo, elementos fundamentales para la competitividad de las empresas y la calidad de los productos.

La nueva situación global plantea grandes retos para nuestro sector, sobre todo, para el ecosistema de pymes y start ups, que por sus propias características constituye una de sus partes fundamentales. Así, CNTA, como ya se planteó para el 2021, busca mantener la línea de crecimiento del sector agroalimentario, aplicando, para ello, todo el aprendizaje obtenido durante estos años de pandemia. Un proceso necesario de reflexión estratégica que nos ha permitido identificar las principales tendencias dentro del sector (sostenibilidad, alimentación saludable y digitalización). Y que nos ha otorgado una visión global de nuestra posición, y de nuestro papel como agente clave en la dinamización de la industria agroalimentaria. Esta experiencia nos permite enfrentarnos al desarrollo tan acelerado de las tendencias del sector con una mirada optimista puesta en el futuro que tenemos ante nosotros, y que nos habla de la importancia del I+D+i, que permite a las empresas mejorar su competitividad en el mercado, obtener productos mejores y de mejor calidad, y perfeccionar sus métodos de producción para obtener una mayor eficiencia. Todos estos aspectos serán claves para la recuperación y el posicionamiento del sector alimentario en el nuevo mercado que empezamos a vislumbrar con el final de la pandemia.

El 2022 se presenta como un año clave para el desarrollo de nuestra sociedad en el mundo postpandemia, tenemos una industria alimentaria muy competitiva, pero es necesario afianzarla, aumentar su competitividad para permitirle participar en nuevos mercados, ahora que los fondos para la recuperación comienzan a llegar. La Unión Europea busca que esta recuperación ponga énfasis en la innovación, en la adaptación del sistema productivo europeo a las necesidades de nuestro tiempo. Para ello, es necesario un esfuerzo en I+D+i, como el que realizamos constantemente desde CNTA, que permita a las empresas aumentar su eficiencia, así como, el desarrollo de nuevos productos adaptados a las nuevas necesidades de la sociedad. Es aquí donde el papel de CNTA se vuelve clave para la adaptación de las empresas a la nueva industria agroalimentaria. Es aquí donde CNTA busca mantenerse como referente del sector en formación y en investigación para la industria.