Villava celebra el Día Grande con una procesión abarrotada
La corporación municipal estuvo presente durante la celebración La banda de música, la coral San Andrés y los gigantes, cabezudos y kilikis amenizaron el segundo día de fiestas
villava. La mañana se levantó fresca y soleada en el día grande de las fiestas de Villava. La procesión con la salida de la Corporación Municipal y el desfile de los gigantes y cabezudos, fueron los actos más llamativos de la jornada.
el día grande Media hora antes de las 11.00 horas trabajadores de limpieza ultimaron el repaso de las calles de la localidad, llenas de suciedad por la fiesta de la noche anterior. Entre tanto, en la calle Mayor, los más madrugadores se tomaron una caña en el bar y los más fiesteros deambularon sin haber pasado todavía por casa. Por su parte, los niños se entretuvieron jugando con petardos, mientras los vecinos de Atarrabia se fueron arremolinando poco a poco entorno al Consistorio. A su vez, la banda municipal fue tomando posiciones ante la puerta del Ayuntamiento, donde pocos minutos después hicieron acto de presencia los miembros de la Corporación Municipal, con el alcalde, Pello Gurbindo (NaBai), a la cabeza.
La banda de música comenzó entonces a entonar las notas abriendo camino a los concejales, quienes, vestidos de gala, entraron lentamente en la iglesia parroquial de San Andrés para celebrar el día de la Virgen del Rosario, patrona de Villava. En el templo repicaron las campanas llamando a los feligreses a la misa que don Juan José Iturri Lizoain posteriormente ofició.
Pero los vecinos del pueblo no fueron los únicos protagonistas del día, también hubo turistas del Camino de Santiago, que se detuvieron a fotografiar a la Virgen cuando dos jóvenes la portaron hasta la plataforma, que luego sería arrastrada por las calles de la localidad.
Tras el acto, los miembros de la Corporación Municipal y los vecinos de Villava esperaron pacientemente junto a la puerta del templo, a que la virgen fuera preparada y ofrendada con un centro de flores blancas y rosas, para iniciar el recorrido. Mientras, la comparsa de gigantes, cabezudos y kilikis, apostados junto a la iglesia, esperaban el aviso para abrir camino. Asimismo, padres, abuelos, cuadrillas y sobre todo niños abarrotaron la calle Mayor en los momentos previos al inicio de la procesión. "Aunque no somos de aquí, nos encanta venir a verlo, sobre todo por la cría para que pueda pasar un rato divertido con los gigantes", apuntaba ayer María Satrústegui, de 32 años y madre de una niña de 5.
PROCESIÓN CONCURRIDA El desfile se mantuvo abarrotado durante la hora de duración. Centenares de personas se agolparon en los laterales de las calles para verlo pasar y otros tantos siguieron fieles el ritmo de la procesión. Los niños fueron quienes más disfrutaron de la fiesta. Disfrazados como kilikis y con la verga en la mano muchos quisieron homenajear a los personajes más populares y especiales de las fiestas.
A pesar del calor que a mediodía ya invadía la ciudad, el ánimo no decayó. Entre cánticos de alabanza y bailes populares, la localidad se fue animando e incluso los balcones, engalanados para la ocasión con telas blancas, fueron testigos junto a sus ocupantes de lo que ayer ocurría en las calles de Villava. La fiesta y el ambiente no había hecho más que empezar.
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