Peralta. El complejo de ruinas de la Atalaya de Peralta ha facilitado nuevos datos sobre la historia antigua de la localidad. El Ayuntamiento ha realizado en la zona arqueológica un proyecto de descubrimiento de las ruinas y los trabajos de campo finalizaron la semana pasada. La empresa estellesa de gestión del patrimonio cultural Navark ha trabajado en la zona durante cuatro semanas para dejar al descubierto parte de los muros del castillo real, que data de los siglos XII al XV.

El año pasado comenzaron las primeras intervenciones y se realizaron catas en la Atalaya para valorar qué conjuntos merecían una actuación más profunda. Así, la investigación se ha centrado en el castillo peraltés, dada su buena conservación. Desde finales de mayo, dos arqueólogos, un dibujante y dos auxiliares han tratado de recuperar las ruinas. "Nos hemos centrado en 120 metros cuadrados y hemos dejado al descubierto los muros de la zona noreste. Entre otras cosas, hemos descubierto una torre situada hacia el valle del Arga y una habitación donde hubo un horno de pan", explicaba Mikel Ramos, director del proyecto de la Atalaya.

Con los primeros descubrimientos, que tendrán que ser corroborados en el análisis del laboratorio, se sabe que el castillo real tenía al menos dos plantas, más un paso de ronda para la vigilancia. Estaba construido con yesos, tejas y mortero; contaba con estructuras de madera, y estaba lucido en blanco. Sus paredes, alguna de ellas conservada, medían cerca de dos metros de grosor.

Al parecer, esta fortaleza sirvió como refugio para el alcaide del rey García el Restaurador y su guarnición, "aunque no sabemos el número de soldados", según Mikel Ramos. En unas semanas se entregará el informe y se pretende presentar los resultados a los vecinos a finales de verano.

El de Navark explicaba que, en función de la situación económica del Ayuntamiento de Peralta, la próxima fase del proyecto será consolidar los muros descubiertos para que aguanten el paso del tiempo, y urbanizar la zona para su puesta en valor. "Estas ruinas son muy aptas para museabilizar; los que no son expertos en arqueología pueden imaginar con facilidad qué hubo aquí hace tantos siglos", contaba Ramos.