allo. La empresa papelera Georgia Pacific de Allo ha puesto en marcha en fechas muy recientes una nueva planta de tratamiento biológico de aguas. Esta planta tiene capacidad para tratar las aguas residuales de una población calculada en unos 6.000 habitantes.
El servicio que Georgia Pacific acaba de poner en marcha se denomina MBBR (Moving Bed Bio Reactor), instalado en la planta de Allo. La inversión en esta tecnología se ha realizado ya que, según explican fuentes de la empresa "el tratamiento de aguas residuales representa uno de los procesos más críticos dentro de la fabricación de papel".
La puesta en marcha de esta planta de tratamiento biológico de aguas ha tenido como resultado, tal y como explican desde la empresa, "una mejora de la calidad del agua que se devuelve al río Ega, una reducción en el uso de productos químicos durante todo el proceso de producción, así como un recorte global en el consumo de agua a lo largo del proceso de fabricación de papel".
El director de la papelera de Allo, Juan Pablo Gallego, asegura que "Georgia-Pacific se esfuerza continuamente por mejorar el comportamiento medioambiental de sus plantas. Creemos que la excelencia en este ámbito es un elemento necesario para lograr el éxito a largo plazo". Gallego añade que "tenemos una visión para conseguir la excelencia medioambiental, por eso fuimos más allá de lo que establece la legislación actual. Nuestra nueva planta tiene un funcionamiento más eficiente".
La nueva planta de tratamiento de efluentes cuenta con un sistema de separación de sólidos, dos nuevos reactores aerobios en paralelo, así como un decantador secundario a la salida de los reactores, con un sistema de eliminación de materias flotantes. La nueva depuradora dispone también de una unidad de tratamiento de fangos.
El proceso elegido para el tratamiento biológico es del tipo lecho móvil. Este proceso tiene una serie de ventajas frente a los procesos biológicos convencionales.
La nueva depuradora biológica de aguas residuales puesta en marcha por Georgia Pacific en Allo ha contado con el apoyo del Gobierno de Navarra, que subvenciona un 7% del coste total de la inversión en este proyecto.