Tres concejos, en vías de extinción
El Gobierno foral tiene abiertos tres expedientes de extinción de concejos. Concretamente, afectan a Yárnoz, Guenduláin y Leranotz
actualmente, tres concejos tienen abiertos expedientes de extinción por no alcanzar en su población, durante tres años consecutivos, la cifra de 16 habitantes de derecho. Se trata de Yárnoz, perteneciente al Ayuntamiento de Noáin-Valle de Elorz; Leranotz, que forma parte del Consistorio de Esteribar; y Guenduláin, en Odieta. El 14 de julio el departamento de Administración Local del Gobierno de Navarra, que tramita estos procedimientos, sometió los expedientes a información pública por un plazo de un mes, con el fin de que cualquier persona física o jurídica pueda presentar alegaciones, algo que han hecho al menos Yárnoz y Odieta. No obstante, el plazo no ha finalizado. Para conocer el futuro de estos pueblos, habrá que esperar a la resolución de este proceso administrativo.
De momento, en lo que llevamos de legislatura tres concejos se han extinguido en Navarra: Eguaras (que desapareció como tal el 11 de febrero de 2008), Artariáin y Arístregui (el 19 de octubre de 2009), si bien en estos casos el motivo fue diferente, ya que se realizaron "a instancia vecinal". Y es que la Ley foral 6/1990, de 2 de julio de la Administración Local de Navarra, que regula la extinción de los concejos, contempla tres supuestos. El primero de ellos es "por petición escrita de la mayoría de los vecinos residentes y previa audiencia del Ayuntamiento"; el segundo, "por no alcanzar su población los 16 habitantes, o por existir tres unidades familiares al menos, aunque se alcance la cifra"; y el tercero, "por solicitud del órgano de gobierno del Concejo, adoptado por dos tercios del número legal de componentes".
En los casos que ahora se tramitan se debe a una cuestión de censo, por lo que el Gobierno ha actuado de forma preceptiva. Concretamente, en Yárnoz y Leranotz la población se ha mantenido en 14 habitantes los tres últimos años, mientras que Guenduláin tenía 13 vecinos en 2007, 9 al año siguiente y 13, de nuevo, el 1 de enero de 2009. Sin embargo, en Odieta alegan que se ha producido un error en el censo por el cual no se ha contabilizado a los residentes de una calle. Por su parte, Yárnoz sostiene que está en fase de crecimiento, ya que este año ha nacido un niño y se están construyendo seis casas.
La extinción supone, según la Ley, que "el gobierno y la administración del Concejo se realizarán por el Ayuntamiento, quien le sucede en los derechos y las obligaciones, con la salvedad de que el disfrute y aprovechamiento de sus bienes comunales queda limitado a la población residente del concejo extinguido". No es de extrañar, por tanto, que los vecinos sientan "tristeza". Y es que han trabajado mucho en mejorar sus localidades y volver a ser Concejo se les antoja imposible, ya que la norma exige que cuenten con recursos suficientes para el cumplimiento de sus fines; que no se produzca una pérdida en la calidad de los servicios; que concurran circunstancias de orden geográfico, histórico, social, económico o administrativo que requieran el cambio; y, además, que tenga más de 100 habitantes. De momento, no se ha creado ninguno.