tafalla. Los vecinos del Barrio Alto-Irigoien de Tafalla se reunieron el sábado para celebrar su fiesta por décimo año consecutivo. El momento más importante de la jornada fue la celebración de una comida popular en el Patio Iribas, a la que acudieron más de un centenar de comensales, y en la que se reunieron los vecinos para compartir con alegría y diversión un día de encuentro.
Ya en las primeras horas del día se cantaron las mañanitas por las calles del barrio. y hubo dianas con txistularis y sardinada popular. Tras la comida, los vecinos hablaron de los problemas y demandas del barrio. En las intervenciones se puso de manifiesto el deseo de "dejar a nuestros sucesores un barrio antiguo pero moderno; con unas calles medievales adaptadas al tercer milenio; con unas calles y unas casas de piedra cálida y habitable. En definitiva un bello lugar para vivir. Pero además de la huella urbana, también queremos dejar una huella humana, que marque a los habitantes de estos barrios como gente humilde pero orgullosa; como gente solidaria, con sentido vecinal, defensora de sus derechos ciudadanos pero al mismo tiempo dispuesta al auzolan, a echar una mano en lo que necesite el barrio".
Los vecinos reivindicaron el arreglo del las calles Poyo y Concepción, prestar una especial atención al proyecto del aprobación del PERI "que pretende la construcción de nuevas viviendas en las laderas del Cerro de Santa Lucía, la utilización vecinal de la capilla de San Nicolás" y también demandaron "un mayor control en el tema de los botellones y el gamberrismo juvenil" en algunas zonas del barrio. Por último se acordó renovar un año más a Ignacio Caballero Atilano como mayordomo y alcalde del barrio.