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Multitudinaria costillada antes del descanso festivo en Villava

herido grave un hombre, vicente ramón gil, dueño del bar katu de pamplona, tras caer desde el vallado

Multitudinaria costillada antes del descanso festivo en VillavaOskar Montero

villava-atarrabia. Una gran comida antes del ayuno festivo. Así fue la costillada de ayer en Villava. El mal tiempo afincado en la localidad estos últimos días dio un respiro a los vecinos y consintió la celebración al aire libre de la comida popular más concurrida de fiestas.

Durante toda la mañana y hasta la tarde el parque Ribed permaneció sembrado de toldos, carpas improvisadas o sombrillas, como resguardo del sol que predominó a lo largo de la jornada.

En mesas plegables, con manteles en el césped o sentados en los bordillos, jóvenes y mayores desbordaron los costados del parque.

La comida Cientos de vecinos esperaban su turno para empezar a asar en los bidones cedidos por el Ayuntamiento de Villava, colocados en el centro de la plaza. Después tocaba trasladar la parrilla humeante hasta sus mesas.

En cambio algunos vecinos optaron por llevar su propia parrilla, que acomodaron en el borde de la mesa, y servir sin moverse demasiado.

Los comensales más madrugadores apuraban la sobremesa con copas y cafés mientras otros hacían tiempo con los aperitivos hasta la llegada del plato principal.

"Hay que hacer un poco de cola, pero está tranquilo. He llegado a las dos menos cuarto, llevo hora y media haciendo parrilla para la familia, están los suegros, los cuñados... somos 12 personas. Compramos más de 40 costillas, ensaladas, chistorra y tocino", contó Óscar Villanueva.

Sin embargo, hubo quienes se acercaban más al final de la comida. "Vamos a por el postre, tenemos sorbete", dijeron Alberto Amorena y Rebeca Sánchez. Los 43 comensales de su mesa pensaban quedarse en el parque hasta el comienzo de las vaquillas. "Luego esto se desmadra porque hay mucho torero", bromeó Amorena.

herido en las vaquillas Un hombre de 49 años, Vicente Ramón Gil Gumbao, resultó herido grave, entre las 18 y 18.30 horas, en la suelta de vaquillas celebrada por la tarde. Al parecer, el hombre, que es propietario y camarero del bar Katu, sito en la calle Jarauta de Pamplona, no estaba corriendo, sino viendo el festejo taurino desde el vallado próximo al ayuntamiento; con un golpe de una vaca, Gil cayó dentro del recorrido y sufrió un tremendo golpe, que le fracturó casi todas las costillas. Fue trasladado rápidamente en ambulancia al Complejo Hospitalario de Navarra, y quedó ingresado en la UCI del Hospital de Navarra, donde permanecía entubado y estabilizado. Se cree que necesitará bastantes días de convalecencia hasta recibir el alta médica.