gallipienzo. La algarabía infantil llenó las calles de Gallipienzo con la visita de los alumnos de los colegios de Cáseda, Aibar y Sada. Nunca hubo tantos niños juntos en la localidad, que cerró la escuela hace ya treinta años. Los tres centros, que comparten proyecto educativo, realizan de forma conjunta una salida anual. "El caso es que los niños conocen bien Cáseda, Aibar y Sada, por lo que optamos por Gallipienzo de donde vienen, al colegio de Cáseda, dos niños", explicaba su director, Bruno Jiménez.

En total, 120 niños y sus 22 maestros y maestras desembarcaron en una soleada mañana de otoño y se repartieron las tareas. Gallipienzo antiguo se llenó de niños y de cabras de cartón que simularon la antigua actividad de los pueblos de la zona. Para hacerlo más auténtico, Iker Aramendía se vistió de pastor, en recuerdo del famoso cabrero de Gallipienzo. Con su ayuda y la de su compañera del Aula de Energías Renovables de Aibar, Susana Rebolé, acercaron a los alumnos de Infantil a esta energía. Los de Primaria recorrieron la ruta de las iglesias, de la mano de Cristina Gil, de Gesartur. La emocionada anfitriona, la alcaldesa, Karmele Iriguibel, aplaudió la actividad de dar a conocer la comarca a los niños, "que son nuestro futuro", apuntó.