tudela. "Es una barbaridad. Meterse en este proyecto sin plan de viabilidad que lo sustente, sin subvención y hacerlo en tres años en las condiciones económicas en las que estamos es una barbaridad que no entendemos y pedimos una demora para solucionarlo". Esta idea que plasmó el pasado jueves el portavoz del PSN en el Ayuntamiento de Tudela, Manuel Campillo, es compartida por buena parte de la oposición. De esa manera, parece que sólo UPN respalda la necesidad de acometer ahora este proyecto.

Desde el PSN se ha reclamado a UPN la necesidad de establecer un plan de viabilidad para estudiar cómo se podrán sostener dadas las dudas que existen de que las arcas municipales puedan mantener el gasto que supone la apertura de dos grandes edificios como el teatro Gaztambide y el futuro centro cultural San Francisco. Además, Campillo aseguró no entender el empecinamiento de los regionalistas. "Aunque lo aprueben, la obra no comenzará antes del verano y durante el otoño se demolerá y se gastará un millón o dos como mucho, por lo que se volverá a ejecutar "un 20% del presupuesto. Entonces, ¿por qué empeñarse en esos 6 millones? No encontramos sentido a ese empecinamiento".

Nafarroa Bai, a través de su concejala Milagros Rubio, también ha señalado en varias ocasiones que no es el momento de invertir ese dinero en un centro cultural, dado que en Tudela existen otras "necesidades" mayores. Además fue el único grupo que se desmarcó en 2007 del resto de partidos y criticó la adjudicación directa a Moneo de este proyecto. "Tenemos nuestras dudas de que sea la mejor interpretación y es posible que alguien pueda plantear un recurso. Si se quiere hacer un homenaje o un monumento que muestre la obra de Moneo, plantéese así y ya veremos. Pero que no se hable de planificar una casa de cultura y se acabe haciendo una obra artística".

Por su parte, el concejal no adscrito Mariano Cerezo también señaló, al conocerse el Plan de Saneamiento que "Tudela puede merecer estas inversiones faraónicas, pero ¿puede pagarlas?".

No sólo los grupos con representación municipal han criticado la idoneidad del momento. Enrique Martín de Marcos, máximo responsable de PPN en Tudela y la Ribera, aseguró que "no es de sentido común gastarse ahora el 60% de la inversión en la casa de cultura". En este sentido, llamó la atención sobre el hecho de que la ciudad se metiera en dos años en gastos de más de 6 millones en 2011 y otros 5 en 2012, dada la deuda y la falta de ingresos que tienen sus arcas.

Por otra parte, muchos apuntan que el préstamo de los 12 millones del Gobierno de Navarra fue un "regalo envenenado" porque a la larga se ha traducido en que todas las casas de cultura tienen subvenciones (el Museo de Sanfermines hasta un 80%) mientras nada se ha dado al proyecto de Tudela. Si se cumple lo acordado, Tudela deberá empezar a devolver en 2014 (aún en el Plan de Ajuste) unos 750.000 euros al año.

Otras soluciones antes que la tala

La reurbanización del paseo de Pamplona y la corrección de los carriles de la carretera parecen indicar que para la obra se arrancarán y talarán los enormes plataneros que se encuentran en la mediana que separa la carretera de los aparcamientos. Vista la experiencia seguida para las obras de la rotonda de acceso al campus de la Universidad Pública de Navarra, en que se talaron alrededro de 30 árboles, da la impresión de que también se seguirá ese criterio. Con lo difícil que es conseguir que los árboles tengan en Tudela un buen porte, suele suceder que cuando lo consiguen cualquier obra pública acaba con ellos. Los plataneros que dan la bienvenida a quienes entran por el puente del Ebro llevan décadas creciendo hasta alcanzar el tamaño que tiene en la actualidad. Cabría pensar que el coste de trasplantar será mayor que el de arrancar pero hay ocasiones que merece la pena. En tiempos de crisis y de sostenibilidad hay que tener también en cuenta el coste no sólo de la operación, sino también el de la compra de árboles que se realiza para otras obras. Ya hubo ejemplos en la ciudad como el traslado de las palmeras de Sementales.