garisoain. Xabier Ilzarbe criticó además "cómo el Arzobispado demuestra que va a por la propiedad, que sólo le interesa la propiedad, porque le propusimos que el uso fuese para ellos, para la celebración de misas, de romerías, etc, y la propiedad del pueblo, y se negaron".
A pesar de su pequeño tamaño, unos 30 habitantes, Garisoain será la primera localidad que se enfrente al Arzbobispado por el tema de las inmatriculaciones, que, como ya se ha informado, ha generado un movimiento popular personificado en la Plataforma en Defensa del Patrimonio Navarro. Este colectivo, cuyos representantes respaldarán hoy en el juicio al Concejo de Garisoain, denuncia que la Iglesia Católica ha inscrito a su nombre todo tipo de propiedades existentes en las localidades navarras, no sólo iglesias y ermitas, sino casas parroquiales, otros inmuebles, atrios, solares, etc.
Algo así ocurrió en su día en Garisoain, donde el Arzobispado inmatriculó la iglesia, el atrio, la casa parroquial y las ruinas de una ermita. "Tuvieron un gazapo y se dejaron la ermita del Pilar", recuerda el presidente del Concejo. Así, los representantes municipales decidieron inmatricularla a nombre del pueblo ya que consideran que pertenece a la localidad, como relata el presidente. "Hemos encontrado documentos de que siempre ha sido el Concejo el encargado de mantener la ermita y, lo más importante, está documentado que en la desamortización de Mendizábal, hace 200 años, ya el Concejo decía que la ermita era suya", señala Ilzarbe.
más casos en guesálaz El propio Xabier Ilzarbe desveló que, junto con la ermita de su localidad, existen casos similares en el propio valle de Guesálaz. "Ocurrió en Irurre, pero allí el Concejo decidió retirarse antes de ir a juicio. En Iturgoyen también, pero no ha habido todavía demanda, ya que no han transcurrido dos años de la inmatriculación, el tiempo que deja pasar la Iglesia antes de denunciar", comentó el presidente del Concejo de Garisoain.
El juicio de hoy llega tras un infructuoso acto de conciliación entre las partes celebrado el pasado verano. El proceso judicial supone un importante esfuerzo económico para la localidad, a la que han llegado donaciones anónimas. Asimismo, se ha realizado un sorteo para sufragar gastos.