Los alumnos del colegio público Atargi de Villava-Atarrabia volvieron ayer a reivindicar una solución al grave problema de espacio que sufren en el comedor escolar, compartido con el centro Lorenzo Goicoa, y que les obliga a comer de dos a tres turnos. Al igual que en abril, la protesta consistió en comer un bocadillo en el patio en lugar de ir al comedor, al que solo acudieron unos seis de los 322 alumnos de Atargi. La escasez de espacio ha provocado una reducción en el tiempo para comer de los escolares y los padres critican la gravedad de alimentarse en estas condiciones, según indican "informes de la empresa alimenticia que nos asiste, así como de médicos nutricionistas", explica Gerardo Zamora, responsable del comedor de la apyma Idoskia del colegio Atargi.
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