¿QUIÉN es el millonario? Esa era la pregunta más repetida durante el día de ayer en las calles de Noáin. Tratar de descubrir la identidad de la persona que selló el boleto de La Primitiva premiado con 2,6 millones de euros fue el argumento de la mayoría de las conversaciones. Los comentarios coincidían en apuntar a una persona joven, soltero, que frecuenta el pueblo pero reside en una localidad limítrofe. Otros usuarios habituales del estanco donde se dispensó el boleto apuntan a otra posible identidad. El caso es que, reconocido el nuevo millonario o no, el establecimiento que regenta Raquel López Ruiz de Alejos acaparó la atención de los vecinos, de los clientes habituales y de los medios de comunicación, que acudieron al lugar en busca de informaciones que, sin embargo, solo pueden ser concretas en lo referido a los números de la combinación agraciada y a la cantidad que percibirá el afortunado (o afortunada) propietario de un boleto automático de cinco apuestas.
Raquel López trataba de capear el temporal provocado por la grata noticia con tranquilidad al otro lado del mostrador. Según relata, no tuvo certeza hasta bien entrada la mañana de ayer de que había tramitado el boleto ganador. A primera hora, una de sus dependientas le telefoneó para comunicarle que "venía en el periódico" que habían dado un premio multimillonario. La propietaria siguió las pautas habituales en estos casos; telefoneó a la delegación de apuestas en Navarra pero la confirmación de la noticia entró en una secuencia de suspense. Al parecer, una caída en la red impedía obtener la confirmación vía oficial. La delegada tuvo que echar mano de sus propios recursos informáticos para ratificar que la papeleta sellada en Noáin era una de las dos combinaciones exactas de primera categoría.
"Estoy encantada con haber dado el premio", decía satisfecha Raquel López, que ya selló en octubre de 2005 un boleto de La Quiniela premiado con 2,8 millones de euros. "Con la que está cayendo, confió en que al afortunado le solucione la vida", afirma la propietaria, que conserva un negocio familiar que ya regentó su abuela Primitiva Zuasti Osácar, que a su vez la heredó de un tío.
La estanquera aseguró que el acertante no se había puesto en contacto con ella a lo largo de la mañana, pero conocida su discreción no cabía esperar otra respuesta. De hecho, el trajín de periodistas en su establecimiento lo asumía como un gaje del oficio en el que guardar un secreto es garantía de buen servicio. Una actitud que suele verse recompensada con la gratificación en forma de regalo por sorpresa de alguno de los afortunados en los juegos de azar. "Aunque parece que solo hemos dado estos dos premios importantes, la verdad es que no hay semana en la que alguien no gane unos miles de euros en alguno de los juegos", revela.
¿Quién es el millonario? es la pregunta recurrente en estos casos, pero hay otra obligada: ¿qué debes hacer cuando tienes un boleto premiado con tanto dinero? Raquel López recuerda que el trámite aconseja personarse en la delegación de apuestas personalmente o con una persona interpuesta que presente el carnet de identidad del afortunado para reclamar la cantidad. En la delegación le extenderán un certificado que, a efectos de Hacienda, acredita que ese ingreso procede de un juego de apuestas. Aunque sea la astronómica cifra de 2,6 millones de euros.