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Carcastillo celebra el día de San Babil en familia

los vecinos disfrutaron en la rabosera de la comida y del buen tiempoMientras niños y mayores mantienen la tradición de acudir el día del santo, los jóvenes lo hicieron el pasado sábado

Carcastillo celebra el día de San Babil en familiaA.IZKO

carcastillo. Como muchos otros pueblos navarros, los vecinos de Carcastillo celebraron ayer, a lo grande, el día de San Babil. La jornada comenzó temprano, hacia las diez de la mañana, con la tradicional subida, que antes se realizaba a pie y ahora por comodidad se hace en coche, al paraje conocido como La Rabosera, un lugar con encanto rodeado de vegetación y que se sitúa a tan solo tres kilómetros de Carcastillo, entre esta localidad y San Isidro del Pinar.

Como manda la tradición, las familias y cuadrillas tienen por costumbre subir a este paraje el sábado más próximo a la festividad, cosa que hicieron el pasado 21 de enero, aunque los mayores y los niños no se resignan y siguen apostando por festejar este día, el día de San Babil, tal y como lo hacían sus antepasados, acercándose hasta La Rabosera el mismo día del Santo y disfrutando de la naturaleza en torno a las hogueras y un buen calderete o rancho. Pese a celebrarse en el mes de enero, el frío dio una tregua y los asistentes pudieron disfrutar de una jornada a pleno sol.

Los jóvenes, por el contrario, debido a que San Babil no está considerado como día festivo, optaron por acercarse hasta este punto el pasado sábado. En realidad, los más aventureros decidieron pernoctar la noche del viernes al sábado en el monte, disfrutando así de una improvisada fiesta a la luz de la luna.

Volviendo al día de ayer, subrayar que el Ayuntamiento de Carcastillo colaboró con la fiesta, por su parte, repartiendo leña entre los asistentes. "Nos suelen dar entre 15 y 20 leñas a cada grupo para que no cojamos nosotros leña del monte", explicó una de las asistentes.

Mientras los mayores comenzaban a elaborar tanto las migas, como los ranchos o las chistorras, los niños y niñas, por el contrario, lo tenían claro, preferían trepar e indagar cada centímetro de este paraje que se bautizó con el nombre de La Rabosera debido a que antaño era el lugar elegido por los zorros o rabosos para criar a su prole.

Otra de las comidas típicas que nunca debe faltar el día de San Babil, según señalaron los propios vecinos, es la virica, salchicha roja o longaniza de San Babil, que elaboraron al fuego para regocijo de los más pequeños de la familia.