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Arquitectura: edificios modernos pioneros en la Comarca

repaso a seis de las obras más significativas del movimiento moderno en la cuenca, a pesar de que este llegó a navarra con retraso

Arquitectura: edificios modernos pioneros en la Comarca

el Docomomo (Documentation and Conservation of buildings, sites and neighbourhoods of the Modern Movement) es una organización internacional que se creó en Holanda en 1990 con el objetivo de inventariar, divulgar y proteger el patrimonio arquitectónico del siglo XX comprendido entre los años 1925-1965 correspondiente al Movimiento Moderno. Al respecto, José Manuel Pozo, profesor del departamento de Proyectos y responsable de postgrado de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, explica que surge como "un modo de buscar la protección de la arquitectura contemporánea, que estaba indefensa", ya que "lo antiguo, por el hecho de ser viejo, lo defiende todo el mundo".

Así, de la última selección de 250 obras realizada por el Docomomo Ibérico (España y Portugal), cuatro son construcciones de Navarra: el Club de Golf de la Ultzama, la casa de Felipe Huarte, el Casino Eslava y las Torres de Erroz. Una recopilación en la que, según el responsable de Docomomo Ibérico en Navarra para la categoría de vivienda, se constata que "salvo el casino Eslava, que es del año 30, las otras obras son de finales de los años 60, con lo cual quiere decir que la arquitectura navarra llevaba un retraso grande desde el punto de vista de su evolución y asunción de los principios de este movimiento con relación al Estado y a Europa, que ya estaba a años luz". No obstante, en este reportaje recopilamos seis de las obras más importantes de esta tendencia que se construyeron en la Cuenca de Pamplona en aquellos primeros años "heroicos" en los que hacer estas construcciones era ir en contra del gusto de la mayoría, si bien varios de estos ejemplos no pertenecen estrictamente al Docomomo por su año de construcción. Concretamente, son el colegio Irabia, el Centro de Formación Profesional (PPO) de Burlada, la Clínica Ubarmin, la residencia de las Dominicas Misioneras de Barañáin, el colegio y residencia de las Dominicas Misioneras de Villava y el complejo de Potasas.

El profesor José Manuel Pozo expone que "desde el punto de vista del resultado final lo que caracteriza al Movimiento Moderno es el descubrimiento del espacio, del espacio fluido". Se trata de inmuebles funcionales, luminosos, en los que se fusiona el exterior con el interior y que tienen la capacidad de crear ciudad. Además, "son edificios que generan perspectivas, abren espacios y lo que sucede alrededor se siente afectado, por ejemplo las Torres de Erroz y la Torre de Huarte son dos perspectivas importantes de Pamplona, son casi iconos, imágenes que forman parte de la ciudad", apunta.

Respecto a los seis ejemplos significativos de la Comarca, afirma que "son edificios de una gran limpieza formal, de una geometría muy clara, muy neta, de prismas muy claros, con una relación buscada entre el interior y el exterior, que es lo que se logra cuando los muros se disuelven en vidrio". Una característica que, como destaca, "está muy lograda" en los dos colegios de Dominicas diseñados por Fray Francisco Coello de Portugal. En esta línea, señala que "se hace decoración con las puertas, los vidrios, los colores, los propios radiadores... Es una arquitectura más elemental, si quieres más intelectual, que hay gente a la que le desagrada porque está acostumbrada al sillón de orejas, pero para mucha otra es una arquitectura que da mucha más serenidad", ya que resulta "muy bonita y organizada".

cambio de tendencia

De la cola, a la cabeza

Sin embargo, el retraso que se produjo en la comunidad, a partir de los años 70 del pasado siglo "se dispara y de ser la región de España posiblemente más atrasada desde el punto de vista arquitectónico, como ha puesto de manifiesto el Docomomo, ha pasado a estar en punta de lanza", menciona Pozo. Un cambio radical que a juicio de Rafael Moneo "solo tiene una explicación, que es la aparición de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra", refiere Pozo. De hecho, asegura que "en estos momentos hay tres núcleos fuertes de la arquitectura española: Barcelona, Madrid y Navarra". Para valorar, clasificar y proteger los edificios más importantes construidos una vez ha madurado el Movimiento Moderno, habrá que esperar un tiempo para tener perspectiva.

EDIFICIOS

l Residencia de las Dominicas Misioneras de Barañáin. Según la Guía de Arquitectura Navarra del siglo XX, que está elaborando la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra, este edificio (1965-67) de Francisco Coello de Portugal "ofrece un modo nuevo, luminoso y abierto, de entender una residencia y, en definitiva, la arquitectura" y presenta "una imagen diáfana, optimista, que contrasta abiertamente con lo que era habitual en España en los edificios para instituciones similares u otras de carácter docente u oficial".

l Colegio y residencia de las Dominicas Misioneras de Villava-Atarrabia. Esta obra, también de Fray Francisco Coello de Portugal, pasa desapercibida en la plaza Consistorial, ya que si bien el solar fue más amplio, "con las construcciones que lo han envuelto es ahora profundo y estrecho con respecto a la cara que ofrece a la ciudad", indica la Guía de Arquitectura Navarra del siglo XX. Asimismo, destaca del interior "la capilla, el espacio multiusos, las aulas, de gran luminosidad, y que en su planta baja tiene acceso directo al patio".

l Potasas de Navarra. Como señala la Guía de Arquitectura Navarra del siglo XX (de próxima aparición) de la UN, "en el Movimiento Moderno la industria ha ido siempre por delante de la arquitectura, tal vez porque el Movimiento Moderno cobra alas de la mano de la eficacia, la austeridad formal y el recurso a los descubrimientos tecnológicos, aspectos en los que la ingeniería fue señalando el camino a seguir". Un ejemplo son los restos de la fábrica de carnalita (finales de los 60) proyectada por la firma norteamericana Stearns-Rogers Co.

l Clínica Ubarmin. Otro exponente de esta corriente es la Clínica Ubarmin. Como recoge la Guía de Arquitectura de Pamplona y su Comarca, editada por la delegación en Navarra del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro (COAVN), este edificio (1976) de Fernando Redón, "muy bien construido en su momento, es hoy testimonio de una época y del mejor modo de entender el sentido de la función, de la tecnología y del diseño en los años 60 del siglo pasado". Ubicado en Elcano, su esquema distributivo es "sencillo y eficaz".

l Centro de Formación Profesional (PPO). El centro de formación para la Promoción Profesional Obrera (1974), ubicado en Burlada, es "una obra menor" de uno de los "más importantes arquitectos españoles contemporáneos": Julio Cano Lasso. De este proyecto, que lo hizo en colaboración con Alberto Campo Baeza, la Guía de Arquitectura de Pamplona y su Comarca destaca "el dominio en la composición de volúmenes, el uso impecable del ladrillo y la alternancia de huecos horizontales con grandes paños ciegos".

l Colegio Irabia. Un último ejemplo de edificio moderno es el colegio Irabia, que se ha construido en tres etapas por distintos arquitectos: 1969, por Francisco Javier Sarobe y Miguel Ángel Goñi; 1977, por Rafael Echaide; y 1992, por Carlos Docal. La Guía de Arquitectura de Pamplona y su Comarca, del COAVN, considera lo más interesante "cómo cada nueva intervención ha ampliado con respeto e inteligencia lo ya existente, manteniendo una unidad básica en los materiales empleados y creando una serie de elementos de unión".