Comprar en el centro
capuchinos, Pablo Sarasate y plaza Sancho El Fuerte. Estas tres calles de lo que se conoció como el Ensanche de Tudela forman un eje comercial muy potente que, en plena época de crisis, sigue siendo uno de los pocos que mantiene una continuada actividad, con la implantación de nuevas marcas y establecimientos comerciales. No en vano, es uno de los sitios que hasta en dos ocasiones el Ayuntamiento de Tudela ha puesto sobre la mesa para su potenciación y mejora con proyectos de reurbanización, aunque estos nunca han llegado a llevarse a la práctica.
Pese a todo, el Consistorio ha sacado una ordenanza reguladora de ayudas a la renovación de locales con la que pretende promocionar varias calles de la capital ribera y "mejorar los espacios comerciales ya existentes en todas las calles de la trama urbana de Tudela". En este eje se han instalado en los últimos meses tiendas de ropa, de alimentación o de perfumes. La subvención máxima para cada proyecto es de 10.000 euros y la mínima de 3.000 euros para lo cual se necesita tener un número máximo de diez trabajadores. Esta cantidad representará el 25% de la inversión que realicen los propietarios.
Esta zona sirve de línea de conexión entre el Barrio de Lourdes y el centro histórico y comercial de la capital ribera, razón por la que es una de los principales lugares elegidas para instalar un establecimiento comercial. No en vano, según los datos del Consistorio tudelano, en el año 2011 alrededor de 100 negocios se encontraban ubicados en este eje, más al resguardo de la crisis que otras zonas principales como la avenida de Zaragoza, donde los carteles de "se traslada por cierre de negocio" o "se vende" son más habituales. En los últimos meses alrededor de una decena de marcas han llegado a esta línea de enlace entre las dos tudelas. Además, la posibilidad de encontrar numerosos aparcamientos fáciles y cercanos, y establecimientos de restauración e incluso gimnasios, favorecen el acceso no sólo de los vecinos de la capital ribera si no también de turistas y visitantes.
proyectos
Mejora de la zona
En el acuerdo presupuestario firmado entre UPN y PSN en 2009 ya se habló de esta zona como un eje comercial muy relevante para la capital ribera y se enmarcaba dentro del Plan de Comercio que nunca se llegó a ejecutar. En aquel acuerdo se habilitó una partida de 150.000 euros para elaborar un proyecto que tuviera como objetivo realizar una actuación urbanística integral sobre esta trama urbana. El proyecto se realizó y se enmarcó dentro de un Plan Cuatrienal del Gobierno de Navarra de pavimentación y saneamiento de calles que englobaba Miguel Eza, Pablo Sarasate, Capuchinos y parte de Juan Antonio Fernández.
En mayo de 2010 el Ayuntamiento de Tudela adjudicó el proyecto a los hermanos Moya por 105.000 euros (57.500 por el proyecto y 47.500 euros por la dirección de obra). Entonces se dijo que la obra no se iba a poder ejecutar antes de 2012, pero hasta este año tampoco se sabe nada de su futuro. En aquel anteproyecto se establecían unas "zonas de convivencia entre los vehículos y los peatones para que éste se sienta protegido", al tiempo que se preveía la plantación de árboles, especialmente en la calle Pablo Sarasate a ambos lados de la calle y "un lavado de cara" a la calle Capuchinos donde el automóvil gana la partida al peatón. El plazo de ejecución era de 21 meses y una semana, sin que todavía haya fecha para su ejecución, aunque el proyecto ya se pagó en noviembre de 2011.
ejemplos prácticos
Valoración de los negocios
Zona de paso, transitada en coche y a pie, con un trasiego de potenciales clientes de todas las edades. Son algunas de las claves que explican la instalación de negocios en este eje en el que, en una mañana, el cliente puede acceder a la carnicería, la pescadería, la fruta y verdura, un café, el pan, un regalo, material escolar. Desde Folder, franquicia de papelería y material de oficina, han apostado desde 2007 por la calle Capuchinos. Hasta tres veces, la tienda ha cambiado de ubicación, pero siempre en la misma vía. "Es céntrica y de paso. La gente que viene de fuera pasa por aquí o aparca aquí necesariamente. Eso pone en valor cualquier iniciativa", exponen desde la tienda. El auge de este inacabable comercio con más de 60.000 referencias, pasa también por no acomodarse y ofrecer tantas posibilidades de oferta como demanda plantea la cantidad de gente que pasa por su puerta. "Por ejemplo, con la crisis, se han puesto de moda las manualidades. Nosotros tenemos a disposición del público todo tipo de material, incluso el que parecía que solo podía encontrarse en grandes capitales". Muy cerca, en la calle Pablo Saraste, el responsable de la perfumería Esencia confirma el valor de los locales de la zona. La bajera que alberga su actual negocio era propiedad de su madre y en ella siempre hubo actividad. Él no se ha dejado vencer por la conformidad y desde 2006 vende perfumes de primeras marcas, pero con un toque distintivo: "Lo que nos distingue, además de los precios, es la posibilidad de conseguir perfumes descatalogados o muy difíciles de encontrar. Trabajamos un poco a la carta", dice. Entre unos y otros, retroalimentan un área comercial de referencia en Tudela.
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