elizondo. La mágica dulzura del Canto a la noche de Rameau que el propio maestro arregló en vida y del canto popular vasco Goizian argi hastean que interpretaron unidos el Orfeón Pamplonés y la Agrupación Coral de Elizondo fueron el brillante colofón del magnífico concierto que en homenaje a Juan Eraso Olaetxea se ofreció en la Parroquial de Santiago Apóstol. Bajo la dirección de Igor Ijurra, las voces de los solistas Josune Makibar y Javier Arizmendi, acompañados de la pianista Diana Yerro, bordaron la rúbrica del acto ante una audiencia numerosa, entregada y emocionada.
Los hijos del maestro Juan Eraso y Catherine Hiriart, Txetxu, Blanki, Mitxel y Eduardo, acudieron a la audición de los dos coros que su aita dirigió con su impronta personal y su genio musical, y también humano. El Casino de Elizondo que preside Eduardo Zubikoa y la asociación de Amigos del Museo Jorge Oteiza de Elizondo-Baztan que Ana Mari Marín impulsó, coralistas los dos con el maestro, dieron este fin de semana los primeros pasos del homenaje que se ofrece en el décimo aniversario de su fallecimiento (21 de diciembre de 2002) a la mayor personalidad de la cultura y de la música coral del Valle de Baztan en el siglo XX.
El Orfeón Pamplonés, el máximo protagonista ayer, repartió el concierto en tres con un programa que habría suscrito con particular agrado el mismo Eraso. Música sacra del siglo XVI hasta el Agur María de Aurelio Sagaseta (1935), Tronpeta Klarinak de Lorenzo Ondarra que era estreno absoluto del coro de Igor Ijurra con melodías recogidas en Baztan, y música profana y popular de Prieto, Oñatibia y el Iru txito del Padre Donostia, que fue desde el Colegio de Lekaroz el más entusiasta admirador del coro que en 1942 fundó Juan Eraso. Y de cierre, las voces de todos unidos ofrecieron un brioso y vibrante Agur Jaunak de recuerdo a su maestro.