ansoáin. Las continuas quejas de los vecinos de la calle José María Jimeno Jurío de Ansoáin relativas al ruido que produce el skate-park situado junto a la casa de la juventud ya han obtenido respuesta. El alcalde, el socialista Antonio Gila, sostuvo ayer que "los ruidos son excesivos y hay que actuar", por lo que van a quitar la instalación, si bien están estudiando la posibilidad de desmontarla para su traslado a otro emplazamiento "cercano a la población pero alejado de las viviendas". El primer edil, que consideró el asunto "prioritario", comentó que al ser "el momento del año que menos incidencia tiene, porque llueve, anochece antes... Disponemos de tiempo para poder hacerlo sin prisa pero sin olvidarlo", fijándose como fecha límite la primavera del año que viene.
Desde que se colocó el patinódromo, en el año 2008, los residentes en esta calle de Ansoáin se vienen quejando del ruido que producen los usuarios al utilizarlo y que en verano se repite desde las 9.30 horas hasta las dos de la madrugada, impidiéndoles descansar y afectándoles a la salud. La situación, según explicaron, se volvió insoportable el pasado verano y, por ello, decidieron denunciarlo a la Policía Foral, cuerpo que el pasado 13 de octubre realizó una sonometría cuyos resultados fueron positivos. "Las tres mediciones dieron más de 65 decibelios, cuando el tope legal son 55", explicaron los vecinos afectados.
Tras comprobar que "las mediciones eran correctas", el alcalde sostuvo que "no se puede mantener abierto porque la sonometría excede" y, al igual que instan a actuar a un local cuando supera los decibelios permitidos por la Ley, como propietarios de la infraestructura "tenemos que cumplir con las normas que todos nos hemos dotado". En este sentido, dijo que "hay que eliminar el problema de ruido lo antes posible, ver la posibilidad de poder reubicarlo, preparar la zona donde tenga que ir e incluso consensuarla con los jóvenes y los técnicos municipales".
Para ello, el área de servicios múltiples de calle está estudiando si los módulos del skate-park se pueden quitar sin estropearse, ya que algunos son de fibra de vidrio, para su posterior colocación en otro lugar o, si no es posible su reutilización, se procederá a quitar el patinódromo. Respecto a las posibles emplazamientos que barajan, Gila planteó la zona del paseo paralela a la Ronda Norte, ya que permite "estar alejado de las viviendas y cuenta con barreras naturales". No obstante, abogó por trabajar "de forma pausada, sin prisas pero sin olvidarlo", ya que, a su juicio, disponen de "días para estudiarlo con detenimiento". Sin atreverse a concretar si se resolverá este mes o el que viene, se fijó como plazo límite la primavera de 2014.
Cabe recordar que los vecinos afectados por el ruido de la instalación deportiva acudieron al pleno del pasado 30 de octubre para expresar su malestar por la situación y pedir la retirada del skate-park. Este, según recordó el primer edil, solo se puede utilizar "en horario diurno y mientras la luz natural lo permita"