Trabajo en equipo y una gran dosis de hakuna matata, que en suajili es una expresión que se traduce como "no te agobies" o "no hay problemas". Son las claves del éxito cosechado estas navidades por la adaptación del musical El Rey León que, bajo la impresionante e impecable dirección de Chus Rodríguez (gimnasio Fittness Tudela) ha conseguido tumbar la taquilla del Teatro Gaztambide e implicar a 225 personas de todas las edades y disciplinas, todos del ámbito local, en un trepidante montaje de hora y media.

Bailarines, cantantes, músicos, maquilladores, peluqueras, escenógrafos, técnicos de sonido, padres y madres de los chicos y chicas de la Escuela de Hip-Hop del Fittness... Todos han puesto algo de sí mismos desde que hace tres años Chus González empezó a darle vueltas a la idea de hacer realidad la adaptación hiphopera de uno de los éxitos más sonados de la factoría Disney. Para entonces, ya se habían hecho realidad otros proyectos no exentos de esfuerzo como la organización del Campeonato Navarro de Hip Hop, que se ha ido reeditando en la capital ribera, y otras citas con un poder de convocatoria siempre multitudinario.

coordinación

Tres meses de ensayos

Hacer grande la primera y más modesta puesta en escena de El Rey León que se llevó a cabo en el teatro Benjamín el año pasado ha supuesto, además del desembolso económico, una inversión de tiempo (con ensayos diarios en los últimos tres meses), un derroche de imaginación y un inquebrantable empeño para lograr un fin común.

En este proceso creativo, todos han encajado como las piezas de un reloj suizo para hacer su parte y el resultado ha sido un lleno total en las tres funciones de este fin de semana (el aforo del Gaztambide es de 686 butacas) y en una cuarta solo para las familias de los artistas.