Pamplona - ¿Se acuerdan del ciudadano que sacó los colores en una entrevista a Zapatero preguntándole por el precio de un café? Ocurrió en 2007, y el expresidente del Gobierno se quedó mudo. Era Jesús Cerdán Litago, quien 7 años después de aquel episodio recuerda que la fama que le dio aquella memorable intervención en televisión "como vino se fue".

Mucho ha llovido desde entonces, y hoy Jesús Cerdán, nacido en Buñuel hace 57 años, es de nuevo una cara conocida en Pamplona, ahora porque hace un año que preside la Asociación Tele Taxi San Fermín, donde se agrupan 309 taxistas de los 313 que operan en la Comarca de Pamplona, un sector "injustamente tratado muchas veces", según opina, y uno de los más afectados por la crisis económica. Para escépticos con esta afirmación, las cifras no mienten. Desde 2007, los usuarios del servicio de taxi han caído un 40% y la tarta no da para todos, de tal manera que a juicio de Cerdán, hoy por hoy, con las nuevas circunstancias económicas, "calculamos que sobran unas 50 licencias". Lo dice con la misma franqueza y rotundidad con la que replicó a Zapatero cuando éste le dijo: "Un café... ¿0,80 céntimos, aproximadamente?", le respondió el entonces presidente. "Eso sería en tiempos del abuelo Patxi, hoy no", le replicó él.

Estudió magisterio, pero su curriculum laboral no tiene fin: administrativo, técnico de mantenimiento de calefacciones, chófer, agente inmobiliario... y, ahora, taxista. "En 2006, yo me veía en el paro y surgió lo del taxi. Pujé en la subasta pública por una de las 90 licencias que sacó la Mancomunidad. Entre 100.000 y 200.000 euros costaba cada una". Hoy, dice que le toca hacer jornadas, como a la mayoría de sus compañeros, que duplican una normal de 8 horas, y por el mismo dinero: "Hay días de 16 horas de trabajo, empiezas a las 6 de la mañana y acabas a las 10 de la noche, y si te va el día bien por unos 120-140 euros".

Jesús Cerdán se nota que se toma en serio su trabajo y, más aún, la defensa de sus compañeros: "Somos un sector muy vilipendiado, pero al final somos como cualquier otro trabajador. Nosotros no tenemos vida familiar, hacemos jornadas maratonianas y la noche tiene también lo suyo. Este trabajo es una caja de sorpresas, somos comadronas, confesores, médicos, psicólogos, médicos de urgencias... Te da muchas satisfacciones, porque ayudas a la gente". Es la otra cara de los taxistas, la parte humana de un sector desconocido por muchos ciudadanos. Un ejemplo, Jesús Cerdán se encontró más de 8.000 euros (1.350.000 pesetas) en un sobre que un notario de Pamplona dejó olvidado en un carrito del aeropuerto de Noáin. Lo devolvió. El afortunado le entregó varios billetes del mismo sobre, sacados al azar. "Unos 600 euros". Otro ejemplo, el del taxista anónimo que hace unos días atendió a un pamplonés caído y desorientado y lo llevó a su casa. Esas historias, que no siempre salen en los medios de comunicación, ocurren.

Para el presidente de Tele Taxi San Fermín "nosotros estamos controlados por la Administración, y es ella quien nos fija las tarifas". Por eso no considera "justo" que se arremeta siempre contra el taxista. Amén del dinero que han tenido que invertir "sin subvenciones" en GPS, infraestructuras y demás mejoras técnicas para "satisfacer a los ciudadanos". De hecho, en la última encuesta de satisfacción, el servicio de taxi recibe un notable como puntuación.

¿Es un servicio de lujo un taxi? Para Cerdán, no: "Si haces números, un taxi entre cuatro para bajar a casa no sale caro". Y además está a la seguridad, el aspecto que, según el estudio, más valoran los usuarios: "Muchas veces nos dicen: '¿Le importa esperar a que entre al portal?' Y te esperas, claro".

Pero luego están otros aspectos. Yo le pongo algún ejemplo de precios de carreras realizadas en Pamplona, a mi juicio abusivos, y Jesús Cerdán me da una clave, la misma que cualquier ciudadano hace en un comercio o un local de hostelería, por ejemplo: "Pide el tique, ahí está el número de licencia. Qué tarifa se ha aplicado y qué suplementos. Y si un ciudadano se siente descontento con el precio, debe hacerlo porque la obligación del taxista es entregarlo", dice y añade que "ante una queja de un cliente por un cobro excesivo, iniciamos un expediente sancionador", siempre y cuando "este nos haga una denuncia y haya un tique. Nosotros somos los primeros interesados en que no se repitan esos casos". En el otro extremo, los que no pagan el viaje, que también los hay.

Y para que los usuarios se sientan satisfechos, hace falta, según Cerdán, información: "De la misma manera que se reparten folletos con las líneas de las villavesas, debería informarse de los taxis, las tarifas, las paradas los derechos de los usuarios...". De ahí, que Tele Taxi San Fermín y la Mancomunidad están trabajando en una campaña de comunicación. Jesús Cerdán tiene muchos retos para que el servicio del taxi siga mejorando en el futuro. Pero yo aún consigo sacarle de su discurso: "¿Sabe cuánto ha costado este café?", le digo. "No sé, has pagado tú. ¿1,30?". No anda nada desencaminado.