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En busca del tesoro por Urbasa-Andia

unas 150 personas participan este fin de semana en un evento de 'geocaching' en el parque natural

En busca del tesoro por Urbasa-Andia

Además de sus muchos tesoros naturales, la sierra Urbasa-Andia guarda otros pequeños tesoros o cachés, que unas 150 personas buscan este fin de semana dentro de un evento de Geocaching. Se trata de un juego que consisten en esconder objetos y publicar sus coordenadas GPS en el sitio www.geocaching.com para que la gente los encuentre. Una especie de búsqueda del tesoro adaptada a los tiempos que cada vez cuenta con más adeptos, más de 6.000.000 en todo el mundo en la actualidad.

Pero la búsqueda de estos cachés es una excusa para descubrir parajes nuevos. Y es que el objetivo principal es el lugar al que te lleva la pesquisa, según señala Fermín Yuba, de Pamplona. "Es una forma de compartir lugares con gente que le gusta la naturaleza y la cultura. El verdadero tesoro es lo que encuentras" afirma Yuba, uno de los pioneros de este juego en la Comunidad Foral. "El primer caché en Navarra fue hace unos ocho años, cerca de las murallas. Ahora habrá unos 300" apunta. Aficionado a la espeleología, descubrió el geocaching por casualidad, tras la compra de un GPS.

"Es una fórmula para conocer sitios muy bonitos, muchos cerca de nuestra propia comunidad, que de otra manera no conocerías" aseguró Alberto Clemente, de Logroño. Amaia Urkizu, de Vitoria y madre de tres hijos de 4, 6 y 8 años, destacaba que el geocaching es muy atractivo para los txikis. "Es una manera de motivarles, se entretienen con el GPS y buscan los tesoros" observó. De la misma opinión era Jenny Santamaría, de Zaragoza, que acudió con su marido y sus dos hijos. "Ahora planificamos las vacaciones en función de los cachés. Te llevan a sitios muy interesantes" aseguró.

AKELARRE EN URBASA Lo cierto es que en los equipos del evento de Urbasa había muchos txikis, pero también personas de todas las edades y procedencia, de diferentes puntos de Estado y también de Francia y Alemania. La cita estaba organizada por Kasimega Team, de Vitoria, que eligió el camping de Artaza como centro de operaciones. El evento comenzó el viernes, una tarde para conocer el entorno pero también para buscar los primeros cachés. Para darle mayor emoción, la búsqueda fue nocturna.

El plato fuerte fue ayer. Tras la recepción de equipos, por la mañana se realizó una ruta hasta el Nacedero del Urederra, GPS en mano y en dos grupos. Y es que el recorrido estaba sembrado de cachés. Así, entre admirar el entorno y buscar tesoros, el paseo les llevó buena parte del día. Para reponer fuerzas, hubo una merienda-cena en la campa del camping, con paella y txistorra. Después, los txikis se lo pasaron en grande con unas geopiñatas llenas de sorpresas. Al caer la noche llegó la hora de los mayores, con un akelarre en el que no faltó una queimada. Después vino lo mejor, una divertida gincana por los alrededores de las instalaciones que tuvo como colofón un caché.

Hoy continúan haciendo geocaching, con una nueva ruta y más tesoros en la que aprovechan para cuidar el entorno con un cito, que no es otra casa que recoger la basura que encuentran a su paso. "Uno de los objetivos del geocaching es educar a los pequeños para que respeten el medio y si ven basura, que la recojan" señala Yuba.

Para despedir el encuentro hay programada una comida, un momento de descanso para intercambiar experiencias y hacer nuevos planes. También habrá sorteos entre los participantes de diferentes premios como un fin de semana en una casa rural de Navarra, entradas para Senda Viva y Rocópolis entre otros.

Origen. Comenzó en el año 2000 en Estados Unidos para celebrar que el Gobierno norteamericano suprimió la disponibilidad selectiva, la cual degradaba intencionadamente la señal de los satélites para evitar que los receptores comerciales fueran demasiado precisos.

'Cachés' Según aparece en Wikipedia, en el mundo hay 2.364.046 de cachés activos repartidos por todo el globo. Los hay de todo tipos y tamaños, escondidos en los lugares más insospechados. Todos tienen una libreta pequeña dónde anotar quién lo ha encontrado.

Normas. El juego también tiene sus reglas. Quién encuentra uno de estos tesoros, puede llevarse un objeto pero a cambio tiene que dejar otro de igual o mayor valor para el siguiente visitante. Así, suelen ser objetos de poco valor, con canicas, llaveros o pulseras. Asimismo, quién esconde los cachés debe revisarlos regularmente para asegurar su mantenimiento .