elrefugio de Larraiza acogió la tradicional fiesta finalista del Club Montañero Estella-Lizarrako Mendizale Elkartea, una jornada que trata ser punto de encuentro de los aficionados en torno a la montaña.
En este día participaron personas de todas las edades, que se acercaron por el monte hasta Larraiza desde distintos puntos, aunque el principal lugar de partida fue Iranzu. Desde allí, los montañeros disfrutaron cada uno a su ritmo de los impresionantes parajes de la zona, para reunirse después a media mañana en los alrededores del refugio.
En este punto, el Club Montañero ofreció un completo almuerzo popular para todos los asistentes. Los integrantes de este colectivo habían preparado además un variado programa de actos que incluyó música, juegos, entrega de medallas o comida popular, entre otros eventos.
Así, los niños y niñas y también los adultos disfrutaron de las piñatas, así como de carreras de sacos, de cucharillas, etc. Por su parte, Guillermo Moratinos, miembro de la junta del club, se encargó de dedicar varios cuentos en euskera que hicieron las delicias de los más pequeños, que fueron numerosos y de todas las edades el domingo en el refugio de Larraiza. Sus padres, madres, amigos y familiares quisieron así inculcarles el amor por la montaña.
Asimismo, en el transcurso de la jornada, el Club Montañero entregó las medallas de la temporada, que recibieron tanto veteranos como niños, en reconocimiento a su participación en salidas y travesías durante estos meses.
Después llegó la comida, que finalmente se realizó a cubierto en el interior del refugio debido a la amenaza de lluvia y a la fresca temperatura. Unas 60 personas compartieron un calderete.
Ya por la tarde prosiguieron los juegos y, una vez disfrutada de esta completa jornada festiva, los montañeros fueron descendiendo desde Larraiza para regresar a sus respectivos hogares.