Mantequilla, harina, azúcar, leche y huevos. No es una lista de la compra, sino los ingredientes que Lourdes Echeverría utiliza para elaborar su pastel vasco. Un postre que ha revolucionado las comidas familiares de muchos hogares valcarlinos, cuando, hace un año, esta repostera casera decidió elaborarlo y darlo a conocer. Desde entonces, muchas familias han tocado a su puerta demandando uno de sus postres. Pero Echeverría ha amasado también los ingredientes para localidades vecinas de Iparralde, ya que el pastel vasco “forma parte de nuestra identidad y nunca dejará de ser un postre de referencia”.
Todo comenzó hace casi un año, cuando en junio Luzaide-Valcarlos organizó la primera feria artesanal, dando la posibilidad a sus vecinos de poner un puesto y vender u ofertar lo que cada uno mejor sabía hacer. Por ello, entre tallas de madera, relojes hechos a mano o artículos de cuero, Lourdes Echeverría decidió vender su particular pastel vasco. “Mi objetivo era sacar algún producto, y con los ánimos de la gente al final me decidí por el pastel vasco a pesar de que estaba muerta de miedo”, declara. Entre risas, Echeverría confiesa que el origen de su temor era no saber donde podría meter doce pasteles en una casa donde habitan dos personas, pero sus miedos desaparecieron en el momento en el que “sin darse cuenta se vendieron todos”. Ese instante fue el punto de partida para su particular afición, puesto que tras acabar su jornada laboral en un gasolinera, esta valcarlina se familiariza con los diversos ingredientes. Tal y como relata, el pastel “no tiene secretos”, pero sí destaca la importancia de los componentes, porque según ella, “el misterio está en hacerlo con cariño, pero, sobre todo, la clave son los ocho huevos que le proporcionan a diario sus nueve gallinas”.
Siempre le ha gustado la repostería, y de asegura que este pastel “es el resultado de una mezcla de todo lo que sé”. El cariño y el esmero que pone en cada uno de sus elaboraciones le ha llevado a ser una referencia entre los vecinos. Su sabiduría y experiencia la mezcla con originalidad: quiso darles un toque original y confeccionó un molde con forma de Lauburu para rellenarlo de azúcar glas. Ideas originales que refuerzan el lado identitario de este postre. Esta repostera declara que algunos vecinos de localidades vecinas de la Baja Navarra acuden a ella para obtener un pastel vasco, y que, al compararlo con el famoso Gateaux Basque de la localidad de Iparrade de San Juan Pied de Port, la gran diferencia “es que la crema pastelera de dentro llega hasta el borde, cosa que otros no tienen”. Entre los postres estrella de Lourdes Echeverría se encuentran el brazo gitano o la tarta de manzana, pero “la gente desde que prueba el pastel vasco no quiere otra cosa, no se acuerdan más que de ese”, precisa. Cada vez que le vuelvan a pedir su ya famoso pastel vasco, Lourdes Echeverría volverá a ponerse “el mandil”, y acudirá a sus nueve gallinas en busca de ese ingrediente secreto que le proporciona el toque especial.