TAFALLA - Acompañados por cerca de 200 invitados, entre los que se dieron cita artistas, Caballeros y Damas Honorarias nombradas en diferentes Capítulos Generales de la Orden, representantes municipales y de otras cofradías gastronómicas, los miembros de la Orden del Cuto Divino se reunieron el pasado domingo en Tafalla para rendir un merecido y emotivo homenaje póstumo al que fuera durante varios años el Gran Maestre y Cutero Mayor de esta cofradía gastronómica, Esteban Martino Cabañas.
Entre los congregados se pudieron ver a artistas de gran prestigio que, por un motivo u otro, han estado relacionados con la Orden del Cuto Divino desde su fundación, en 1992. Así fue el caso del escultor Carlos Ciriza, los pintores José Ansoáin, Patxi Idoate o Carlos Alonso y el crítico de arte, Salvador Martín Cruz, entre otros, además Caballeros Honorarios de la Orden como el cocinero Juan Mari Idoate, el cardiólogo Iñaki Moriones o el sacerdote Pedro Mari Flamarique, junto a representantes de los diferentes grupos políticos en el consistorio tafallés, de otras cofradías gastronómicas y de entidades y asociaciones tafallesas de diversa índole. Y es que Esteban Martino, fallecido el pasado 6 de abril después de padecer una dura enfermedad, supo dejar una impronta y una forma de ser muy peculiar, siempre dispuesto a ayudar y a colaborar con todo aquel que lo necesitaba, precursor de numerosas iniciativas en torno a la Orden que él ayudó a poner en marcha hace ya 22 años, con la rifa a beneficio del Santo Hospital de Tafalla, concursos de embellecimiento floral, de fotografía, de pintura al aire libre, de promociones culturales y gastronómicas que han dado fama y prestigio a Tafalla y haciendo gala a su vez, de un buen humor y de una espontaneidad envidiable, con la que se ganó la admiración y la amistad de muchísimas personas.
dedicatorias Sus compañeros del Gran Consejo de la Orden, con los que Esteban Martino compartió decenas de reuniones para la preparación de diversas actividades, prepararon con mimo este emotivo homenaje. En primer lugar, a las 11.30 horas se celebró una eucaristía en su recuerdo en la capilla de la residencia de ancianos del Santo Hospital, que estuvo oficiada por el sacerdote Pedro Mari Flamarique. Al finalizar la misa, Flamarique dio lectura a una bonita poesía dedicada al homenajeado.
Posteriormente, los asistentes se trasladaron al hotel Hola Tafalla y en una de sus salas se procedió a la proyección de un montaje audiovisual con imágenes de Esteban Martino y de las múltiples actividades organizadas en estos últimos años por la Orden del Cuto Divino, que él presidía con tanto orgullo, compromiso y satisfacción. Después, el actual Gran Maestre, Jesús Mari Ibáñez, dedicó unas palabras de bienvenida y de agradecimiento a todos los congregados y el escribano, Alfredo Ansa, visiblemente emocionado, tras señalar “la tristeza del familiar y amigo que ya no está entre nosotros, pero con la alegría del recuerdo personal y humano”, elogió al homenajeado recordando de él “sus bromas y chistes, su destreza al cantar jotas de picadillo”, así como sus virtudes, “luchador incansable, siempre con nuevas ideas, ilusiones, inventos y ocurrencias”, para terminar proponiendo al resto del Gran Consejo “que en el próximo Capítulo General, Esteban Martino sea nombrado Gran Maestre Honorífico de la Orden del Cuto Divino” lo que recibió el asentimiento de los presentes.
La alcaldesa Cristina Sota también dedicó palabras de elogio al homenajeado y de apoyo a su esposa, Mª Pilar Jaurrieta, y a sus dos hijos, Esteban y Álvaro, así como a todo su trabajo en la Orden del Cuto Divino. “Ha sido una gran personas y ha dejado una huella muy importante entre todos nosotros”, terminó diciendo. A continuación, el representante de la Federación de Cofradías Gastronómicas (Fecoga), entregó a la viuda y a sus hijos una placa de recuerdo, el pintor tafallés Carlos Alonso también les regaló un cuadro con un retrato de Esteban Martino y el pintor y escultor Carlos Ciriza, otro cuadro alusivo al cuto divino. El hijo mayor del homenajeado, Esteban Martino, agradeció en nombre de toda la familia las muestras de cariño que han estado recibiendo y animó a los miembros de la Orden a continuar con sus actividades llevando el nombre de Tafalla a otros muchos lugares. Tras degustar un aperitivo en el hotel Hola Tafalla, todos los invitados posaron en una fotografía de recuerdo junto a la escultura 1043, elaborada por Carlos Ciriza en recuerdo a la batalla de Barrankiel; después se trasladaron al restaurante Túbal donde compartieron una comida.