Hace tres años, escribí un artículo sobre la necesidad de pavimentar la calle Urzante, Monteagudo, etc. Esta calle que nace en la de Cascante y termina en el Corazón de María, desarrolla un trabajo en el sentido de la circulación muy eficaz ya que desahoga una zona cuyo vecindario esta constreñido, es decir, la única salida rodada a la calle Juan Antonio Fernández es a través de la calle torre Monreal, además, esta última calle no está regulada por un semáforo que facilite dicha salida, a no ser por la solidaridad de los conductores cuyos coches circulan por Juan Antonio Fernández y estos, se apiaden del paciente conductor que hace el stop obligatorio.

Pues bien, es increíble que todavía en estos tiempos haya en Tudela calles sin pavimentar, y ahora que nuestro señor alcalde se va del Consistorio, bien podía dejarnos un buen recuerdo en este sentido. Mientras los vecinos y vecinas de estas calles pagamos nuestros impuestos correspondientes, nuestro Ayuntamiento al completo hace caso omiso a una obligación municipal de primer orden como es la pavimentación de las calles de Tudela.

José María Blanzako

Leo con asombro que los casos de violencia de género proliferan entre los más jóvenes. ¿Cómo en una sociedad cada vez más informada y con más recursos intelectuales puede aumentar el machismo y la sumisión de la mujer? ¿Por qué una chica en la treintena, en muchos casos con estudios y trabajo, se somete a un hombre hasta perder por completo la autoestima? Considero encomiable la labor de los profesionales que trabajan en este campo, desde la Policía hasta los letrados, psicólogos, trabajadores sociales, sanitarios...Si el Ayuntamiento, como parece ser, se implica también, podemos felicitarnos porque las cifras ponen los pelos de punta.

Nekane S.H.