El pasado 22 de mayo responsables del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, con su consejero al frente, José Mª Aierdi, junto al alcalde de Zizur Mayor, Jon Goldán, daban paso al inicio de una campaña de lucha contra una de más dañinas especies exóticas invasoras, el Plumero de la Pampa, precisamente en el paraje de la Charca del citado municipio, que desde hace años esta planta invasora se encuentra en dicho lugar y que poco a poco ha ido colonizando zonas del entorno.
Desde el Departamento de Medio Ambiente se anunció que se desplegarán, tal y como publicaba este diario, “distintas acciones para intentar poner freno a la extensión del Plumero de la Pampa: localizar focos mediante sistemas de detección temprana y participación activa de la ciudadanía, eliminar las plantas con técnicas eficaces, recuperar los espacios afectados reintroduciendo especies autóctonas y realizar labores de prevención en zonas críticas como márgenes de carreteras o suelos abandonados, lugares donde esta planta se propaga con mayor facilidad. Asimismo, el Ejecutivo promoverá acuerdos de custodia del territorio y buenas prácticas en gestión de especies invasoras con los ayuntamientos interesados para fomentar la implicación de las entidades locales en las acciones que frenen la invasión de la cortaderia”.
El Plumero de la Pampa (Cortaderia selloana), procedente de Sudamérica, pese a su apariencia inofensiva, es una de las especies exóticas invasoras más dañinas del planeta. Provoca pérdida de calidad del paisaje y de biodiversidad, desplaza a la vegetación autóctona, causa pérdida de conectividad para la fauna, reduce la productividad forestal y de pastos y genera problemas de alergia.
Su extensión por la cornisa cantábrica (Euskadi, Cantabria, Asturias y Galicia) y por la zona atlántica de Francia y Portugal ha sido vertiginosa, ya que produce gran cantidad de semillas que se dispersan con gran facilidad gracias al viento o enganchadas a vehículos de personas o animales, se extiende ya por el Mediterráneo, y en Navarra el riesgo es medio-alto, donde la principal fuente de expansión es a través de las vías de comunicación desde Gipuzkoa, donde su Diputación Foral está haciendo un trabajo muy importante.
En el caso de la cornisa cantábrica, el principal vector de trasmisión de la semilla de la hierba de la Pampa es la autovía ocho que va del Irún a Lugo, y en el caso de Galicia la autovía AP-9. En Portugal, va desde la frontera hasta prácticamente Lisboa. En el caso francés, también es la misma situación, la autovía que va paralela al Atlántico, de Aquitania hasta Burdeos.
¿Su expansión es imparable? También tiene debilidades. Necesita humedad y terreno disponible para germinar. Es sensible a las heladas en los primeros estadios de desarrollo. Y muestra dificultad para instalarse en zonas de interior y altitudes por encima de los 600 metros.
A través de dos proyectos Life Cortaderia durante seis años se han ido combatiendo al Plumero de la Pampa, y ahora a través de Life Stop Cortadeira, donde participan diversos organismos ambientalistas y sociales, y con el apoyo de las administraciones, se sigue la lucha por su erradicación y su expansión.
En algunas de las reuniones celebradas por los grupos de trabajo del proyecto Stop Cortadeira, concretamente en una de ellas, celebrada en la Reserva de Urdaibai en Bizkaia, se acordó la necesidad de aprobar un marco normativo de carácter autonómico, que corresponsabilice a los propietarios o gestores de terrenos en que esté esta planta invasora, ya que la eliminación de esta planta en caso de propiedades particulares no es obligatoria; la incorporación de la obligatoriedad de controlar la presencia de Cortaderia entre las condiciones para la autorización de licencias de obras en carreteras u obras hidráulicas; y la importancia de divulgar y dar a conocer a la ciudadanía los problemas ambientales y sociales del plumero; ya que este tipo de especies no son percibidas como un problema por gran parte de la población. Algunas de estas acciones podrían valer también para Navarra.
Pero también la Cortadeira selloana, comúnmente conocida como plumero o penacho, tiene su impacto en la salud. Alberto Gandarillas, doctor en Biomedicina e investigador principal del Instituto de Investigación del Hospital de Valdecilla, en Cantabria, viene a señalar en uno de sus artículos que especies como Cortaderia selloana constituyen un nuevo problema creciente de salud pública. ¿Por qué es un nuevo problema? Porque sus plumas florecen a partir de julio y se mantienen hasta diciembre, aunque se está anticipando por cuestiones climáticas. Lo que es muy crítico es en el mes de julio, y en agosto es la colonización,y, por tanto, las alergias.
El doctor Alberto Gandarillas dice bien claro que las alergias al polen no solo vienen por primavera, y es el caso del plumero. Y señala que “los estudios dicen que las alergias al polen de gramíneas afectan al 20% de la población, lo que puede llegar al 40% en niños y adolescentes. Las alergias al polen no son anecdóticas. Los que la sufren saben cómo afecta a su calidad de vida: picor de ojos, de nariz, congestión, dolor de cabeza, estornudos, moqueo, asma... Pero el problema no se limita a la afectación de la calidad de vida. Las alergias respiratorias son ventana abierta a infecciones, catarros, anginas, bronquitis. Bacterias y virus aprovechan la irritación de las mucosas”.
En definitiva, las plantas invasoras como el plumero, plumacho o Cortaderia, son un azote para el entorno natural y la biodiversidad, pero también para los alérgicos, y no solo en primavera. Hay que actuar, termina diciendo en su artículo el investigador Alberto Gandarrillas.
Así habrá que hacerlo ante el devastador avance del Plumero de la Pampa.
El autor es experto en temas ambientales y Premio Nacional de Medio Ambiente