Pamplona - El bar Río se mueve seis pasos, a San Nicolás 15-17, pero se lleva el frito de huevo a cuestas y toda la experiencia adquirida por los hosteleros pamploneses Roberto Recasens Chango, de 38 años, y Roberto Irurzun Santaquiteria, de 46, o lo que es lo mismo, los Robers (encargados del emblemático establecimiento en los últimos 17 años), como garantía de buen hacer.

Después del huevo, que ya cumplió 50 años, parecía que todo había sido inventado por los del bar Río, pero aún han querido dar una vuelta de tuerca a su nuevo proyecto: “Va a ser la primera vermutería de Martini de la ciudad y una de las pocas del Estado”. Vermú Martini de grifo, al estilo de Madrid, para una clientela incondicional que se priva por sus especialidades a la hora del aperitivo.

El antiguo Río se ubicaba desde 1963 en San Nicolás, 13, en uno de esos locales a los que el 1 de enero les acaba de afectar la normativa de las rentas antiguas: “A nosotros nos ha venido bien, no hemos negociado porque queríamos mejorar y trasladarnos. Después de muchos años, volamos solos”, explica Roberto Irurzun. Encontraron ubicación, en marzo del año pasado comenzaron a gestar el proyecto y en septiembre iniciaron las obras. Son dos bajeras, un pequeño local antes dedicado a joyas de cristal de Murano, y el antiguo comercio de ropa Konpota, que, para curiosos, antaño ya fue el Bar 84, el que todavía se recuerda en aquella cantinela popular: ¡Viva La Cepa, viva El Marrano, viva El 84 y el Marceliano!

El cambio ha sido espectacular. El nuevo Río reabre hoy sábado con el doble de espacio (160 m2), con una barra de más de 9 metros, en la que han creado una zona específica de vermú y coctelería (han sido asesorados por el Campeón de Gipuzkoa Álvaro Barbado en la elaboración del vermú y el gin-tonic), y dos ambientes con mesas para degustar pinchos, raciones, bocadillos y hamburguesas, o para tomar cervezas simplemente. “Esta es una de las novedades. Queremos trabajar, además de la hora del vermú, la franja de la tarde. Que el cliente pueda comer una ración, tomarse un gin-tonic, y pasar la tarde sentado si quiere”, añade Roberto Recasens.

El nuevo bar Río va a mantener el huevo y su filosofía de establecimiento de hostelería: “Vamos a seguir siendo un bar de día, con horario de 8.30 de la mañana a 1.30 de la noche. El ambiente de noche va a ser para estar sentado escuchando buena música ambiente, en plan tranquilo”, añade Irurzun.

De hecho, en su dilatada historia el Bar Río ha convivido sin ningún problema con el ocio de la ciudad y los vecinos de la calle. “Nunca hemos tenido denuncias por ruidos ni ningún problema, porque, de hecho, los vecinos de la calle son nuestra clientela”, indica Recasens. Su socio añade que “yo soy vecino del Casco Antiguo y en muchos casos entiendo a los que se quejan”. Sin embargo, también puntualiza que “si estos locales estuvieran vacíos, quizá estarían ocupados por otros garitos que generaran más problemas”. Porque la hostelería “también da iluminación y seguridad a una calle”, opina. De hecho, han cuidado hasta el último detalle del proyecto, en el que el ladrillo y el hormigón son protagonistas, y dan realce a un pasillo de baldosas hidráulicas blancas, a modo de alfombra. “Es un diseño sobrio y resistente, pero elegante, en el que no se va a sentir raro nadie”. Detrás está el equipo de Belate y la interiorista Susana de Carlos, y destacan los pequeños toques de diseño en elementos como las lámparas y las butacas, que dan un carácter distinto al local.

La calle DE MODA El nuevo Bar Río se inaugura hoy sábado en la calle San Nicolás, una arteria que no solo se ha mantenido como núcleo de la hostelería de la capital, sino que en los últimos años ha experimentado un boom de aperturas, junto al eje de Comedias y Pozoblanco. “Aquí ha habido años en que esta calle la hemos sacado a flote entre seis bares, y ahora todo el mundo quiere implantarse en San Nicolás. Así que algo bueno habremos hecho, ¿no?”, opina Roberto Irurzun, quien añade que en el nuevo proyecto el equipo de trabajo se va a mantener casi igual, con alguna incorporación más: “En la cocina Narcisa Barragán, la experta en fritos, con Neroly Ramírez, y Oihana Iriarte”, y detrás de la barra los Robertos, Leyre Arias, Nekane Recasens y Javier Preboste.

Socios y compañeros desde hace 17 años, y con un negocio que ha sobrevivido a la crisis, y que, aún más, apuesta por renovarse y mejorar, los Robertos explican la filosofía de su éxito: “Somos hosteleros de vocación, y estamos detrás de la barra, hablamos con el cliente y sabemos lo qué quiere”, dicen y añaden que, contra las fórmulas de otros empresarios, “para nosotros es muy importante cuidar nuestra vida personal, no estamos en esto para hacernos millonarios sino que optamos por calidad de vida”, matiza Recasens.

Para curiosos, desde hoy se pone en marcha un contador electrónico de huevos, que marcará en directo y de cara al público cómo va la venta de este frito estrella y del que solo en un fin de semana el Río puede vender medio millar. Una delicia de 100 gramos para el vermú.