Pamplona - Al hablar del París 365, la mayoría de las mentes se trasladarán a su comedor social de la calle San Lorenzo de Pamplona, que a diario sirve 150 platos de comida, 90 a mediodía y 60 en la cena, a personas con pocos recursos. Pero detrás de esta imagen hay otros muchos servicios. Algunos de ellos también apoyan a personas en riesgo de exclusión social, como es la Escuela Taller de Empleo (homologable a un FP), promovida y financiada por el Servicio Navarro de Empleo, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y el Fondo Social Europeo, que este año, en su segunda edición, ha entregado 15 certificados de profesionalidad a los alumnos (ocho hombres y siete mujeres), que durante estos últimos nueve meses han impartido el curso, bajo las órdenes y enseñanzas de la cocinera Pilar Simón, Piluca.

“Me gusta enseñar cocina tradicional”, apunta Simón, de 45 años, 19 de ellos los lleva entre fogones, y los dos últimos en el París 365. A la hora de compartir conocimientos y trucos, Piluca apuesta por “dejar de lado las ollas express y usar otras que cocinan más rápido, que no meten presión ni ensucian los caldos”, un plato que considera “imprescindible” en cualquier cocina. Pero para imprescindible en su mesa, “cualquier plato de arroz, menos con tinta”. Para cocinar, esta pamplonesa no tiene preferencia: “Cada plato tiene algo particular que me gusta elaborar”.

La experiencia culinaria de Simón, madre de una niña de un año, se reparte por buena parte del mundo. Pasó de estar una buena temporada recorriendo cocinas de Sudamérica antes de trabajar en la cocina madrileña y en la costa. “Pero sobre todo he estado en Pamplona; la tierra tira”, señala entre risas. Y el hecho de moverse por cocinas de diferentes países y ciudades le ayuda a afirmar, con rotundidad, que en la capital navarra existe “un muy buen nivel de cocina. La gente en general trabaja mucho la presentación; incluso el menú del día suele tener muchos detalles, hasta en el sitio más cutre”.

De su experiencia veinteañera, Piluca extrae, entre otras afirmaciones, que, “cocinar es como criar plantas: el que tiene mano, tiene mano. Varias personas podemos coger una misma receta y usar la misma cantidad de ingredientes, que a cada uno le saldrá un sabor diferente”.

OTRAS OFERTAS A parte de la Escuela Taller de Empleo, el centro de formación de hostelería París 365 ofrece, a lo largo del año, diferentes cursos promovidos por entidades sociales, ayuntamientos, por el Servicio Público de Empleo, el Gobierno Foral o instituciones penitenciarias, entre otras, además de cursos temáticos para principiantes y amantes de la cocina.

Desde su creación en 2009, el comedor social París 365 ha servido unos 200.000 platos a personas con necesidad. El pasado año 2014 fue el que más raciones repartió: 32.415 comidas y cenas a 368 usuarios, que también se beneficiaron de 588 cestas básicas, repartidas por la asociación a partir de donaciones y sobrantes de los alimentos elaborados (aproximadamente, el 60% proviene de donaciones). Esto es posible gracias al trabajo de sus empleados (de cocina, en plantilla están Piluca Simón y el cocinero Jesús Elizalde, también docente de la Escuela Taller) y alrededor de 15 voluntarios, muchos con conocimientos de alta cocina, como el concursante de la primera edición de Master Chef José Luis Asín.

Además, desde la asociación se ofrece un servicio de catering tanto a domicilio como en el comedor social: desayunos, lunch, piscolabis, comidas, cenas y eventos, tanto para grupos a nivel particular como para asociaciones y otros colectivos. Para hacer uso de este servicio, hay que ponerse en contacto con Gustavo Muñoz en los teléfonos 948 24 84 34 y 620 56 16 19.