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Orhipean añade a los antiguos oficios el euskera salacenco

La recreación de la vida hace 100 años en Otsagabia, que tiene lugar este viernes y sábado, contará con paneles y un audio

Orhipean añade a los antiguos oficios el euskera salacenco

Ochagavía/Otsagabia. La XIII edición de Orhipean, la fiesta de los oficios y tradiciones de Ochagavía será también escaparate de su lengua hace cien años, el euskera salacenco, del que se guardan los últimos testimonios. Con este objetivo, la organización ha dispuesto la colocación de varios paneles con historias relativas a los oficios, y con otras diversas que se extenderán a lo largo del recorrido.

Además de leer, el euskerasalacenco se podrá escuchar en el antiguo bar Orhi, donde se instalarán audiciones. "Era un tema que teníamos pendiente. Queríamos introducirlo, pero inmersos en los preparativos, lo dejábamos de un año para otro, hasta que en éste, lo hemos hecho realidad". Así lo explica Sergio Itxaso, de la organización.

La fiesta dará comienzo esta noche, en una cita más íntima para los de casa, que se vestirán ya de época para salir a la plaza a contemplar la proyección de fotos antiguas, escuchar el pregón y participar en la ronda de música por las calles, como hacían sus padres y antes que ellos, sus abuelos.

Mañana sábado, las campanas repicarán a las 9.30 para anunciar el evento. Para entonces, todo estará listo para representar la vida por el año 1900 en la localidad y en el valle. Las casas se convertirán en escuela, borda o, barbería; las calles serán escenario del matatxerri, de las hilanderas; la era, de la siega, y así, en un ir y venir de gentes, de familias completas, que caminan de diario, hacia sus ocupaciones, o de fiesta, hacia la iglesia.

En todas las casas guardan utensilios de aquel tiempo. Tanto preguntar para qué servían, decidieron hacer una demostración para dar a conocer una forma de vida que ya se fue. Así nació Orhipean, con la ilusión y el trabajo de más de cien vecinos y vecinas, que se repite cada año. "Nos hemos planteado hacerlo cada dos, porque es mucho trabajo, pero lo cierto es que en el fondo disfrutamos, sobre todo con el resultado final, y no queremos arriesgar y descolgarnos", argumenta Itxaso. Ochagavía entera se vuelca en su fiesta más turística y espectacular: Ayuntamiento, bares, camping... y sobre todo los ochagaviarras aportan lo que pueden con ganas y naturalidad para conformar el escaparate de la vida en el pasado de hombres y mujeres auténticos y esenciales, de los que aprendieron por generaciones.