zizur - Mejorar la coordinación entre las diferentes fuerzas locales, reforzar el papel de policía “cercana” al ciudadano, y una mayor cooperación con la Policía Foral como policía “integral y de referencia” en nuestra comunidad. Son los objetivos que se plantea Xabier Martínez Urroz, pamplonés de 38 años y vecino en Obanos donde reside con la pareja con la que se acaba de casar. El nuevo mando policial trasvasa la experiencia que acumula desde 2009 como Foral en Estella y Alsasua a este municipio de la conurbación urbana con más de 16.000 habitantes, con un plus de población joven, y donde ha encontrado una policía “muy estructurada y definida en sus funciones”. 18 agentes y 4 cabos patrullan sobre un municipio con población “bastante asentada, al menos en la urbanización ya que Ardoi es todavía un barrio más dormitorio, con menos estructura”. El tráfico es uno de sus quebraderos de cabeza, junto con la problemática derivada de bajeras de ocio y consumos. En materia de tráfico destaca los problemas de estacionamiento o la falta de “civismo” que se traducen -por ejemplo- en autobuses escolares que colapsan cada mañana las paradas de villavesas en la zona del instituto (uno de los puntos negros) o población joven asociada a conducciones temerarias, por no hablar del cruce semafórico de la gasolinera, adonde sus agentes tienen que acudir cada dos por tres para atender accidentes de tráfico, si bien, recuerda, la regulación de esta autovía que requeriría una “reforma” en las soluciones viarias diseñadas en su día para la convivencia entre diferentes circuitos de tráfico corresponde a la Policía Foral.
Precisamente uno de los proyectos a activar dentro del casco urbana es una campaña de radar de carácter preventivo para analizar los niveles de velocidad y determinar la posibilidad de instalar reductores de velocidad en determinadas calles como la avenida Belascoain o ronda San Cristóbal, ya que “hay personas a las que les da miedo cruzar”.
Respecto a las bajeras o piperos juveniles, le preocupa la presencia de sustancias estupefacientes entre menores adolescentes. “Sabemos que hay drogas pero que no podemos entrar legalmente en un domicilio particular. Es difícil, admite, mantener el equilibrio entre la obligación de no vulnerar determinados derechos y la “normalización” de consumos de drogas entre jóvenes estudiantes. En este sentido, existe una propuesta para colaborar con Policía Foral con el fin de localizar drogas y armas (navajas y bates de béisbol), y montar controles de narcotest.
El nuevo mando policial de Zizur Mayor forma parte del triunvirato recién llegado de Policía foral (los tres en servicios especiales) para tomar las riendas de tres importantes municipios comarcanos protagonistas del cambio político: Barañáin, Burlada y Zizur Mayor. “El manejo de información es crucial y poder acceder a datos de Policía Foral o de otras policías locales es importante. De ahí la necesidad de crear un órgano de coordinación”, abunda.
También esta cooperación se hace necesaria para luchar contra la violencia de género, una lacra que conoce de cerca por su trayectoria profesional. “Es muy duro acudir a un domicilio, ver una agresión y mucho sufrimiento... pero darte cuenta que a una mujer le sigue costando dar el paso de la denuncia, algo tan necesario para proteger a esa mujer y para que rehaga su vida ”, explica a la vez que recuerda que la Policía Local también recoge denuncias. El agresor es, en esos casos, conducido hasta las dependencias de la Foral en Beloso que se encarga del atestado (brigada asistencial). Xabier ha conocido en ese tortuoso camino a parejas de chicos y chicas de 19 años con estrategias de control de todo tipo, “del móvil, de la ropa... y agresiones físicas por unos leggins”. La educación, reconoce, es el principal valor, y en esta línea resalta el trabajo que desempeñan dos agentes en el instituto ofreciendo charlas sobre el acoso y el maltrato, principalmente a través de las redes sociales y nuevas tecnologías.
Deja claro por otro lado que no hay consignas para no trabajar con el resto de cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, como se ha pretendido insinuar, ya depende de la especialidad de cada cuerpo y de “la patrulla que sea más cercana en cada caso”. No obstante, remarca que “la ley de policías de Navarra establece que el flujo de la información debe ir de la Policía Local a la Foral”.
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