Excolegiales al borde de un ataque de nostalgia
Los antiguos alumnos del Colegio de Lekaroz se unieron en la conmemoración de los 125 años de la primera piedra y los cien de su asociación
volvieron, pero no con la frente marchita del tango, sino con la alegría en sus ojos y la sonrisa en sus labios, hasta de ultramar, a hermanarse en lo que queda del colegio donde vivieron y abrieron sus mentes a la cultura y la enseñanza. La iglesia de Elizondo y el campus (con un metro de hierba) de Lekaroz acogieron a los asistentes a la conmemoración del 125 aniversario de la primera piedra de su colegio y el centenario de la Asociación de Excolegiales que les une, en jornada feliz y sentimental en la que hubo la clásica foto en la escalinata de la iglesia y una comida sabrosa en la que la carismática tortilla de Lekaroz fue el plato estrella, igual que antaño.
Desde el Distrito Federal de México acudió Josetxo Barberena, excolegial que fue como sus hermanos Florencio (+) y Javier (+) fervientes lecarocistas, y Miguel Ángel Zozaya, que extranjero jugó camuflado hace 40 años en el CD Baztan, desde Miami. Quizás los más alejados pero fieles a su colegio, como José Antonio Zaldua (diez temporadas en el FC Barcelona y el único internacional baztandarra), el futuro Premio Nobel de Física Pedro Miguel Echenique (“no suspendí nunca”) que se emocionó junto al rótulo del Gabinete de Física que tantas veces visitó, el tres estrellas de la gastronomía Martín Berasategui que se reencontró en una antigua fotografía, y de los más veteranos Fernando Martínez de Albornoz, sobrino del historiador Claudio Sánchez Albornoz con quien compartió sabiduría el padre Germán de Pamplona, eminencia que “redescubrió” el Camino de Santiago de Urdax y Baztan.
Fernando Mtz de Albornoz, que sigue montando caballos a pesar de “las 477 caídas, alguna bastante grave” que contabiliza a sus 84 años, con el que se recordaba el percherón formidable (más de 1.200 kilos) que poseían los capuchinos, un ejemplar único en Baztan, también acudió, así como José Fernández D’Arlas, txapelaundi del Bidasoa que tuvo la suerte (al dejarse en Lekaroz de impartir Comercio) de estudiar en el San Martín de Oronoz, los dos colegios históricos (ambos arruinados por la incultura) de Baztan. Y Guillermo Quertier Munarriz, posiblemente el último que en 1998 contrajo matrimonio en la iglesia de Nuestra Señora del Buen Consejo lecarocista y pariente del padre Pascual de Pamplona, uno de los primeros rectores.
actos La misa, en la parroquial de Elizondo la ofició el excolegial y obispo de Bilbao, Mario Izeta, que tuvo la gracia de recibir a la imagen de San Miguel que estos días recorre Baztan, y el concertista de piano Josu Okiñena con el tenor Guillé Mendia regalaron obras del Padre Donostia. La fiesta continuó en el Txoko Lekaroz, el último reducto que sobrevive de lo que fue y significó Lekaroz. Una exposición retrospectiva y la proyección de un documental elaborado por un grupo de excolegiales liderado por Joseba Aristizábal, y la ovación al servirse la tortilla de Lekaroz cerraron el día.
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