Descubriendo las fuentes que manan en la Merindad

Con las fuentes como excusa o más bien como motivo, un grupo de vecinos de Azuelo realizó un bonito recorrido por Tierra Estella, en el marco de la actividad de la Asociación Santa Engracia Descubrir nuestro entorno. Así, conocieron a fondo cinco fuentes de las que mana agua (vino, en el caso de Iratxe) en la Merindad, pero también aprovecharon la ocasión para visitar otras cinco localidades más y disfrutar de su patrimonio.

La jornada comenzó con una visita a Villamayor de Monjardín donde, tal y como explica Pedro San Emeterio, los participantes visitaron el lavadero con su abrevadero y la conocida como Fuente de los Moros. “Esta fuente, situada a unos 300 metros de Villamayor de Monjardín se encuentra enclavada en pleno Camino de Santiago; datada en 1200 y de estilo románico tardío, es un aljibe al que se accede por una fachada de doble arco desde la que se desciende hasta el agua por una amplia escalinata”. Allí los excursionistas compartieron almuerzo con algunos peregrinos que pasaban.

Desde Villamayor se dirigieron hasta Iratxe, donde tras ver el monasterio y su iglesia visitaron la popular fuente del vino, propiedad de Bodegas Irache; desde allí continuaron su ruta para visitar Zufía, lugar en el que conocieron el museo etnográfico de Santos Barbarin, ya fallecido, y que recogió un sinfín de aperos y herramientas agrícolas, así como una variada colección de bastones.

rehabilitada La comitiva salió desde Zufía hacia Labeaga y, tras visitar la localidad, llegaron a la tercera de las fuentes que tenían en su camino, la de San Salvador, que aunque está cerca de esa localidad pertenece a Villamayor de Monjardín. “Esta fuente abastece cuatro pilones cuya antigüedad se remonta al menos a 1800. Fueron los de Villamayor los que la restauraron en el año 2009 y habilitaron una zona para picnic. Construyeron una artística fuente que mana de un gran monolito y por un serpenteante caño tallado en la roca desagua en un pozo, desde donde por una tubería soterrada va el agua a una gran balsa de riego”, relata San Emeterio.

Tras reposar a la sombra de los robles de ese paraje, los excursionistas se dirigieron a Ancín pasando por Murieta. Allí conocieron la Vía Verde y llegaron a Acedo. De ese punto salieron hacia Genevilla para visitar el manantial de La Celagua, conocido también, como detalla San Emeterio, por la Torca de Genevilla cuyo flujo es importante.

de vuelta Desde este municipio, los visitantes se dirigieron a su propia localidad para visitar la quinta fuente en su trayecto, la de Fuentesfrías. Esta fue restaurada en el año 2007 por la Asociación Santa Engracia. “Al igual que la de San Salvador, puede ser que aún no sea muy conocida por Tierra Estella, mas sus dos grandes caños de abundante y fresquísima agua, y la zona de recreo habilitada a la sombra de una gran chopera la convierten en excelente destino para comer o merendar un caluroso día de verano”. En Fuentesfrías los de Azuelo merendaron y dieron por terminado su periplo por cinco de las fuentes más emblemáticas y singulares de Tierra Estella, como indica San Emeterio.- D.N.